Paz y Reconciliación
Políticos mexicanos, socios del crimen contra migrantes, pide Trump denunciarlos
Por : Luis Vega
Donald Trump recomendará al Departamento de Justicia de Estados Unidos investigar a los políticos mexicanos vinculados con el tráfico de personas.
Casi siempre que hablamos, escuchamos y escribimos sobre el problema de migrantes hacia Estados Unidos o países con economías fuertes, tomamos partido en favor de los derechos humanos y de organizaciones e instituciones que defienden la causa de los flujos migratorios y refugiados.
Casi nunca, porque no es políticamente correcto, escribimos y opinamos del lado de los gobiernos y ciudadanos que dicen “no queremos más migrantes ni refugiados”, mucho menos explicamos lo que representa para una economía y sus políticas públicas la llegada de miles de migrantes a solicitar trabajo y pedir asilo, en resumen, a buscar un mejor modo de vida.
Ahora el presidente Trump puso el dedo en la llaga al pedir que el Departamento de Justicia investigue a los políticos mexicanos involucrados en el tráfico de migrantes.
Se ve tan grande y complejo el problema del tráfico de personas de Chiapas, a la frontera norte, que ninguna autoridad federal, estatal y municipal, hacen algo para frenar este negocio millonario que recorre las carreteras de este país. Todo parecería que se reduce a una decena de polleros en la frontera entre México y Estados Unidos.
Agencias del gobierno de Estados Unidos, como la CIA, DEA, ICE y otras, saben exactamente que las autoridades migratorias de este país, las policías federales, estatales y municipales, y por supuesto, los grupos del crimen organizado tienen metidas lasmanos en este tráfico de millones de dólares que son los flujos migratorios.
Norte América, con el 21%, es una de las regiones del mundo más importantes con los flujos migratorios, venidos sobre todo de América Latina; se estima que cada año pasan por México, según la ONU, van de 400 mil a 500 mil personas que tienen como destino el sueño americano, migrantes, que en su mayoría son enganchados por la delincuencia organizada para cruzar a Estados Unidos.
Todo en la vida tiene un precio y esta travesía también. Se calcula que cada migrante gasta en su trayecto a la frontera sur de Estados Unidos entre 7 mil y 15 mil dólares, dependiendo la ruta, si es por tierra o por mar.Estas grandes cantidades de dinero son pagadas a los grupos que han creado el “negocio de la ruta migrante”.
Según la Secretaría de Gobernación aproximadamente 686 mil 732 personas en situación migratoria irregular se presentaron ante las autoridades mexicanas al ingresar al país entre enero y noviembre de 2023.
Una muestra de lo poco que hizo el gobierno de López Obrador, pero también los anteriores, es que desde el inicio de su administración y hasta agosto de 2020, 1,040 funcionarios del INM fueron dados de baja por haber incurrido en actos de corrupción –como extorsión a usuarios—, de acuerdo con información publicada por Reuters. Pero esto no es suficiente, los migrantes nacionales y extranjeros siguen siendo robados, ultrajados y utilizados por el crimen -con anuencia de las autoridades- como mercancía que vende a cambio a dinero.
Es una pena reconocer los dichos de Trump, incomodan, enojan, exaltan el seudo nacionalismo de algunos, pero evidencia un problema social y político que aumenta cada vez más.
El Papa Francisco, ha sido uno de los líderes mundiales, que más se han opuesto a la política antiinmigrante de Donald Trump y condenado la deportación masiva de su gobierno, y convoca a respetar la dignidad, de cada persona. Franciscoexpresa su preocupación por el sufrimiento de los migrantes y denuncia las políticas que deshumanizan a quienes buscan refugio, contradiciendo los valores cristianos de acogida y solidaridad.
En una carta dirigida a los obispos de Estados Unidos, el líder de los católicos en el mundo pide seguir defendiendo a los más vulnerables y a ser una voz firme contra la injusticia. El llamado del Papa es claro: “debemos abrir nuestras puertas, no cerrarlas. Y, al final del día, la verdadera seguridad de una nación no se encuentra en la construcción de muros, sino en la construcción de puentes de esperanza, dignidad y justicia para todos”.