China estaría considerando vender las operaciones de TikTok en EE. UU. a Elon Musk, como parte de un plan de contingencia ante la amenaza de un veto estadounidense. Aunque las autoridades chinas prefieren que la empresa matriz, ByteDance, siga siendo la propietaria de la popular plataforma de videos, los crecientes riesgos de una prohibición en EE. UU. han llevado al gobierno a analizar posibles alternativas.
El veto estadounidense y las opciones de China
Según un informe publicado por Bloomberg, fuentes cercanas al asunto han señalado que, aunque Pekín prefiere evitar la venta de TikTok, las autoridades están preparando una solución de emergencia. Esta solución incluiría la venta de las operaciones de la plataforma en Estados Unidos a Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX. Las conversaciones aún están en una fase preliminar, pero la idea es contemplada como una respuesta a la creciente presión política en EE. UU.
El debate sobre la seguridad nacional y la influencia de empresas chinas en territorio estadounidense ha sido un tema recurrente. TikTok, con más de 100 millones de usuarios en EE. UU., ha sido acusada de representar riesgos para la privacidad y la recopilación de datos de los ciudadanos estadounidenses. Las autoridades de EE. UU. han insistido en que ByteDance podría ser presionada por el gobierno chino para compartir información sensible a través de la aplicación, lo que generaría un conflicto de intereses y de seguridad.
La Corte Suprema de EE. UU. y la presión sobre ByteDance
El caso se encuentra ahora en manos de la Corte Suprema de Estados Unidos, que ha sido clave en este proceso. El viernes pasado, la mayoría de los jueces mostraron una inclinación a mantener la ley que obliga a ByteDance a vender TikTok o, en su defecto, a cerrarla en EE. UU. Esta decisión judicial refuerza aún más la incertidumbre sobre el futuro de la aplicación en el país.
Ante este panorama, China busca alternativas que permitan preservar el control sobre TikTok sin perder acceso al mercado estadounidense. A pesar de que la venta de la plataforma a Elon Musk podría ser una opción viable, también es un movimiento que puede traer consigo implicaciones geopolíticas y comerciales complicadas. La situación sigue siendo incierta y está lejos de una resolución final, pero lo que está claro es que China está tomando en serio las posibles consecuencias de un veto estadounidense.
El futuro de TikTok en EE. UU. podría depender de estas negociaciones, que continúan en desarrollo, mientras ambas naciones enfrentan tensiones sobre temas de seguridad tecnológica y control de la información.