Una nueva variante del coronavirus, conocida con el sobrenombre de FLiRT, representa ya hasta el 25% de los casos de covid en Estados Unidos. ¿Llegará a España? ¿Es más grave? ¿Las vacunas seguirán siendo eficaces frente a ella? Responden los expertos.
Los casos de infección por el SARS-CoV-2, causante de la covid-19, se mantienen en cifras bajas, pero los expertos en vigilancia epidemiológica siguen alerta por si alguna de las variantes del coronavirus resulta especialmente preocupante. La variante popularmente conocida como Pirola sigue siendo la predominante en España, mientras que en otros países, como Estados Unidos, empieza a emerger la que ya se conoce como FLiRT.
Los virus cambian continuamente para poder continuar propagándose. Según explica a CuídatePlus Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Europea de Valencia, “se ha demostrado que el SARS-CoV-2 es un agente viral que muta con gran facilidad”. Y esa mutación se produce porque “va cambiando de hospedador y busca mecanismos que le eviten la respuesta inmunitaria”. Por eso, la experta considera que tenemos que “estar preparados para posibles cambios mutacionales del virus, exactamente igual que con el virus de la gripe”. Entre otras cosas, las mutaciones importantes de ambos virus se tienen en cuenta para adaptar las vacunas frente a ellos y mejorar su eficacia.
Por lo tanto, FLiRT constituye una variante posterior a Pirola. Según han informado las autoridades sanitarias estadounidenses, JN.1 o Pirola sigue predominando en ese país, pero KP.2 o FLiRT está despegando con fuerza y ya supone en torno a un 25% de los casos de covid.
Lo más preocupante de FLiRT es, según el portavoz de la SEMG, que afecta “a la espícula, que es la base de todas las vacunas que tenemos hasta ahora”. Esta proteína, que está en la corona o envoltura del coronavirus, viene a ser algo así como la llave que utiliza el virus para entrar dentro de la células. Es crucial vigilar los posibles cambios en la espícula, ya que determinadas mutaciones pueden permitir que el virus entre mejor en las células y sea más virulento o más transmisible. Además, al ser la proteína en la que se basan las vacunas, un cambio significativo en ella puede hacer que pierdan eficacia.
La tecnología actual permite modificar las vacunas frente al coronavirus de forma relativamente sencilla y rápida. De hecho, en la última campaña de vacunación frente a la Covid-19 ya se utilizaron productos adaptados a las nuevas variantes circulantes.
Pero aún es pronto para saber si será necesario efectuar cambios en las vacunas para que confieran una mayor inmunización contra FLiRT.