Por primera vez en cinco años, las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos disminuyeron en 2023. Después de un aumento significativo durante la pandemia de COVID-19, los datos preliminares indican una tendencia a la baja, con unas 107,500 muertes reportadas, según el Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Un Descenso Prometedor
La reducción del 3% en las muertes por sobredosis en comparación con 2022 representa un alivio, aunque leve, en la crisis de opioides que ha asolado al país. En 2022, las muertes alcanzaron un máximo histórico, y aunque la disminución de 3,500 muertes es significativa, el número de fallecidos en 2023 sigue siendo casi el doble de lo registrado hace cinco años.
La disminución de las muertes por sobredosis puede atribuirse a los esfuerzos coordinados del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., que hace dos años implementó una estrategia nacional para prevenir las sobredosis.
El Papel del Fentanilo
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, ha sido un factor clave en la reciente ola de muertes por sobredosis. A pesar de la reducción de 1,500 muertes relacionadas con el fentanilo en 2023, sigue siendo responsable de casi el 70% de las muertes por sobredosis. La Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, alertó sobre el peligro de las píldoras ilegales que contienen fentanilo, destacando que son una amenaza mortal incluso en pequeñas dosis.
Aumentos en Otras Drogas
Mientras las muertes por sobredosis de opioides disminuyeron, las de cocaína y psicoestimulantes, como la metanfetamina, aumentaron. En 2023, más de 36,000 muertes estuvieron relacionadas con psicoestimulantes, un aumento del 2%, y casi 30,000 con cocaína, un aumento del 5%. La proliferación del fentanilo en el suministro de drogas es un factor clave en estos incrementos, ya que la mezcla de estimulantes con opiáceos es especialmente letal.
Variaciones Regionales y Esfuerzos Locales
Las tasas de muertes por sobredosis variaron significativamente entre estados. Por ejemplo, Washington y Oregon vieron un aumento de al menos un 27%, mientras que estados como Nebraska, Kansas, Indiana y Maine experimentaron disminuciones de al menos un 15%.
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