COMPROMISOS DE LOS CANDIDATOS A PUESTOS DE ELECCIÓN POPULAR CON EL COMERCIO EN PEQUEÑO Y LAS EMPRESAS FAMILIARES

CONSIDERACIONES

Desde marzo del 2020 la economía nacional observa claroscuros.

ASPECTOS POSITIVOS

Pese a los impactos negativos por la crisis económica mundial y las repercusiones de la crisis sanitaria del COVID-19, se logró mantener la producción y suministro de productos.

El comercio en pequeño y las empresas familiares han podido recuperar en promedio, poco más del 60 por ciento de las ventas que tenían antes de la pandemia. De más de un millón de establecimientos mercantiles que a diciembre del 2020 habían cerrado, se han reactivado en la formalidad cerca de 400 mil establecimientos.

El comercio en pequeño y las empresas familiares que constituyen casi el 96 por ciento del aparato productivo se mantiene como columna vertebral de los sistemas de abasto y servicios de las comunidades. Constituyen un amplio sistema integrado por mercados públicos, como centros de abasto y establecimientos ubicados en colonias y barrios a lo largo y ancho del territorio nacional.

ASPECTOS NEGATIVOS

Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, los programas e instituciones que fueron creados en otras administraciones para apoyar el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas desaparecieron y con ello se desaceleró la incorporación del comercio tradicional a los nuevos mercados de consumo a los que se accede por la vía electrónica.

En la actualidad no hay un programa que atienda el desarrollo de los comercios en situación vulnerable.

El cierre de la economía generada entre el 2020-23 por la pandemia del COVID-19, la inflación de diversos productos básicos por la guerra URSS-Ucrania ha impactado negativamente a nuestro sector. Para diciembre del 2020 más de un millón de mipymes había cerrado sus establecimientos.

Cada vez son más los comercios en pequeño que transitan a la informalidad. De 6.3 millones de negocios o establecimientos mercantiles que existen en México, el 62.6 por ciento -esto es, 4.8 millones- tiene alguna característica de la informalidad.

Ante el agotamiento de los mercados tradicionales y la caída en ventas, un alto porcentaje de dueños o encargados de establecimientos ha recurrido a préstamos para financiar sus operaciones. Los rangos de endeudamiento están entre los 150 mil y más de un millón de pesos.

Las reformas fiscales que prometieron simplificar los trámites y pagos de impuestos no se han cumplido. Para el contribuyente en pequeño resulta engorroso y caro ser un contribuyente cumplido. Estimaciones extraoficiales señalan que de los 4 millones de contribuyentes que fueron dados de alta en el Régimen de Incorporación Fiscal hace 10 años, hoy menos de 2 millón se mantiene en el padrón.

Los políticos en campaña siempre prometen cambios y modificaciones para hacer más ágil la apertura de negocios, programas de capacitación y promoción de créditos. Cuando llegan a los cargos de la administración pública realizan acciones contrarias a sus compromisos de campaña; incentivan legislaciones restrictivas, incrementan las inspecciones y reducen los apoyos al comercio formal.

Bajo este panorama, pedimos a los políticos que aspiran a llegar a los cargos de elección popular a nivel local y federal que asuman como suyos las propuestas y demandas que tiene el sector del comercio en pequeño y las empresas familiares, que aquí presentamos en los siguientes puntos:

 

  • Estructurar políticas públicas adecuadas a las mipymes para fomentar e impulsar al sector.
  1. Impulsar iniciativas para la capacitación y equipamiento de nuevas tecnologías que impulse la integración del comercio en pequeño y las empresas a los nuevos mercados electrónicos.

 

  1. Facilitar la creación de entidades de financiamiento popular como tandas y cajas de ahorro del pequeño comercio.

 

  1. Promover una reforma fiscal inclusiva y adecuada a los requerimientos y necesidades del comercio en pequeño. Estudiar la posibilidad de volver a la cuota fija.

 

  • Evitar, desestimar o rechazar las iniciativas y reglamentos que busquen prohibir las actividades lícitas, restringir el libre comercio y el consumo de los productos legales.

 

  • Apoyar iniciativas y protocolos de acción que eviten el cierre de vialidades y afectaciones a la movilidad de personas así como del transporte público y transporte de mercancías. Apoyar los programas de modernización del transporte de las asociaciones de transportistas.

 

  • Apoyar los planes y programas que busquen la modernización, tecnificación y mejoramiento de las instalaciones de los giros comerciales que permita el uso de energías limpias y la reducción en los gastos de operación.

 

  • Apoyar la actualización de las reglamentaciones mercantiles para agilizar los trámites para la apertura de negocios y evite la sobre regulación de las actividades comerciales.

 

  • Cuidar que ningún comercio y empresa familiar sea cerrado o clausurado, cuando no se ponga en riesgo la salud y seguridad física de los clientes y trabajadores.

 

  • Cuidar que el pago de impuestos sea equitativo e incluyente, evitando equiparar al pequeño comercio y la empresa familiar con las grandes empresas.

 

  • Impulsar la competencia leal e inclusiva y el “suelo parejo” para todas las empresas que son o buscan ser proveedoras del gobierno.

 

  • Apoyar la simplificación administrativa para la formalización de empresas en pequeño.

 

  • Impulsar los programas de modernización, reordenamiento y reimpulso de los mercados públicos. Actualizar y expedir con eficiencia las Cédulas de Empadronamiento que dan certeza jurídica a los locatarios de los mercados públicos.