Durante la conferencia matutina del presidente, conocida popularmente como “la mañanera”, se acusó a Brugés de participar en un chat de WhatsApp destinado a coordinar ataques contra el gobierno. Según la presentación de Elizabeth García Vilchis, encargada de la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana”, este chat sería parte de una estrategia dirigida contra López Obrador y otros políticos de la administración actual, con la intención de influir negativamente en la percepción pública a través de las redes sociales.
Ante las acusaciones, Brugés defendió su integridad profesional, argumentando que su inclusión en el mencionado chat fue meramente informativa, con el propósito de monitorear el desarrollo de las campañas políticas sin participar activamente en ellas. Desmintió las afirmaciones sobre recibir compensaciones económicas por dicha actividad, invitando a sus detractores a presentar pruebas concretas.
Un día que soy bot árabe, al otro bot pakistaní, hoy amanecí con que soy una perversa operadora de Claudio X en chats de WhatsApp 😂
Es un chat en el que me agregaron , como en los múltiples chats que estoy de varios partidos, lo permití para monitorear el desarrollo de las…
— Laura Brugés (@LauraBruges) March 20, 2024
La situación tomó un giro inesperado cuando, tras las acusaciones, Brugés fue convocada a las oficinas de Grupo Fórmula, donde se le notificó su separación de la empresa. Este hecho marcó el inicio de una controversia sobre la libertad de expresión y los derechos laborales de los periodistas en México. Brugés, en su comunicado, expresó su sorpresa y descontento, afirmando no haber firmado ningún documento de despido y resaltando la falta de comunicación con el sindicato antes de retirarle su credencial laboral.
Hoy, tras ser difamada en la mañanera del Presidente, me convocaron a las oficinas de @Radio_Formula donde se me comunicó que no seguiría formando parte de la empresa.
Aquí les cuento a detalle 👇🏽#NoSeMataLaVerdadDespidiendoPeriodistas #NoSeMataLaVerdadAcosandoPeriodistas pic.twitter.com/B5ISH8iwjl
— Laura Brugés (@LauraBruges) March 21, 2024
El caso de Laura Brugés pone de relieve la delicada balanza entre el ejercicio periodístico y las presiones políticas. La acusación y posterior despido sugieren un escenario en el que la estabilidad laboral de los periodistas puede verse comprometida por su línea editorial o el contenido de sus investigaciones.