El sábado, la emisora pública RÚV informó sobre la erupción de un volcán en la península de Reykjanes, lo que llevó a la evacuación de la famosa Laguna Azul de Islandia y la ciudad de Grindavik.
Según RÚV, la lava parece estar fluyendo rápidamente hacia el norte de Grindavik, siguiendo una fisura de unos tres kilómetros de largo que va desde Stóra-Skógfell hacia Hagafell.
El geofísico Magnús Tumi Guðmundsson describió la erupción como la más potente hasta el momento y señaló que la fisura activa se extiende unos 3,5 kilómetros desde el lado norte de Hagafell hasta Stóra-Skógfell.
Guðmundsson advirtió que, dada la velocidad del flujo de lava, es probable que la lava pronto sobrepase la carretera Grindavíkurvegur, la principal vía que conduce a la ciudad de Grindavík.
El geofísico Páll Einarsson destacó que los terremotos en Grindavík siguen un patrón similar al de los últimos meses, con flujos de magma recurrentes que en ocasiones llegan a la superficie.
La Laguna Azul, una de las atracciones turísticas más populares de Islandia, está ubicada a menos de una hora en coche de la capital, Reykjavik, en la península de Reykjanes. Esta área, conocida por su actividad volcánica, alberga también el Aeropuerto Internacional de Keflavik.
La laguna había sido evacuada previamente a principios de marzo debido a la actividad sísmica, y en noviembre del año pasado estuvo cerrada durante una semana tras registrarse 1.400 terremotos en un lapso de 24 horas.
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