Solicitan declaratoria de emergencia por sequía en Sonora: Llamado urgente para enfrentar la crisis hídrica

Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), presenta solicitud de declaratoria de emergencia ante la falta de lluvias y el pronóstico de sequía para el año 2024.

La Crisis Hídrica en Sonora: Un Llamado a la Acción

En un movimiento crucial ante la creciente preocupación por la sequía en Sonora, Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), anunció que el Gobierno del Estado ha presentado una solicitud formal a la Federación para la declaratoria de emergencia por sequía en la entidad. Este llamado de emergencia surge como respuesta a la ausencia de lluvias en los últimos años y los pronósticos desafiantes para el presente año.

Recursos Extraordinarios para Combatir la Sequía

La solicitud de declaratoria de emergencia por sequía tiene como objetivo obtener recursos extraordinarios que permitan afrontar de manera efectiva este fenómeno en Sonora. Juan Ochoa Valenzuela destacó que estos recursos serán destinados a la perforación de pozos y a la implementación de obras para un óptimo almacenamiento de agua. El enfoque principal recae en garantizar el acceso a agua de calidad para ganaderos, agricultores y la población en general.

Prioridad: Solución del Problema del Agua

En palabras del presidente de la UGRS, “la prioridad es el agua”. Los esfuerzos y recursos propuestos por el gobernador Alfonso Durazo se centran en encontrar soluciones integrales para abordar la crisis hídrica. El plan ambicioso abarca no solo la esfera ganadera, sino también la agrícola y, por supuesto, las necesidades humanas. Se espera que la gestión del gobernador logre obtener los recursos necesarios para enfrentar la sequía de manera efectiva.

Atipicidad de la Situación: Preocupación en el Sector Ganadero

Juan Ochoa Valenzuela subrayó que la situación actual en Sonora debido a la sequía es atípica, generando preocupación significativa en el sector ganadero. La falta de lluvias y la disminución de recursos hídricos plantean desafíos serios para la producción ganadera y la seguridad alimentaria en la región.