El objetivo de este día es celebrar la riqueza de la cultura africana, sus ritmos, su arte, sus creencias, así como visualizar la influencia que ha tenido la cultura africana en el mundo, principalmente en los países del continente americano, lugar al que fueron enviados multitudes de personas como esclavos, generando una mezcla cultural y un sincretismo único.
Existen alrededor de 200 millones de personas que se identifican a sí mismos como descendientes de africanos que viven en nuestro continente, quienes han sido víctimas de discriminación y racismo, como en otras partes del mundo, por ello la promoción y protección de los derechos humanos de los afrodescendientes debe ser un interés prioritario.
Nuestro país es un complejo cúmulo de cosmovisiones e historias, y el aporte de los afromexicanos ha sido sustancial para nuestra cultura. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) son 1.3 millones de personas, representando así el 1.2 % de la población nacional, se asientan principalmente en la Costa chica de Guerrero y Oaxaca, la Tierra Caliente de Michoacán, la región de Yanga en Veracruz y la comunidad mascogo en Coahuila, integrando la riqueza cultural de nuestro país.
En este sentido, el Gobierno de México, reconoce al pueblo afromexicano como sujetos de derecho público, establecido en la Ley que crea el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y con la reciente reforma constitucional, se les reconoce en el Art. 2° de la Constitución Política de nuestro país.