“Inusual” intensificación de Otis pone a científicos en alerta

La crisis climática ha llegado

La crisis climática es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta nuestro planeta en la actualidad. El cambio climático, causado principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero derivados de las actividades humanas, está teniendo un impacto significativo en el clima y en los ecosistemas de todo el mundo.

Uno de los efectos más preocupantes de la crisis climática es el aumento de la temperatura global. Este aumento de la temperatura está provocando cambios en los patrones climáticos, como sequías más frecuentes, tormentas más intensas y aumento del nivel del mar. Estos cambios están afectando a millones de personas, especialmente a aquellas que viven en áreas vulnerables, como es el caso de Guerrero que está pasando una situación complicada con el huracana Otis, que los científicos están muy preocupados por este suceso ya que la intensificación del huracán fue una de las más rápidas que los meteorólogos hayan registrado hasta ahora la velocidad máxima de sus vientos aumentó 185 km/h en 24 horas. La rápida intensificación de Otis en los registros del Pacífico Oriental, con un aumento de 193 km/h en 24 horas.

El término intensificación rápida se refiere a que los vientos se elevan rápidamente a un periodo corto de tiempo. Los científicos la han definido como un aumento de la velocidad del viento de al menos 56 km/h en 24 horas o menos y, generalmente, requiere un calor oceánico significativo. El Centro Nacional de Huracanes dijo que Otis se fortaleció tan rápido el martes que se había intensificado increíblemente

Otis aprovechó al máximo una zona cálida del océano» de unos 31°C, más que suficiente para alimentar una tormenta desastrosa, dijo a CNN Brian McNoldy, científico atmosférico de la Universidad de Miami. Según la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica, más del 90% del calentamiento global de los últimos 50 años se ha producido en los océanos. Además, este año se está produciendo un fenómeno en el Pacífico, que eleva aún más la temperatura del océano.

La intensidad de Otis fue lamentable porque ocurrió justo antes de tocar la tierra. Si esto hubiera ocurrido sobre el océano abierto, todavía habría sido muy notable, dijo McNoldy.

Las tormentas tropicales se clasifican en base a la velocidad del viento sostenido. Cuando los vientos alcanzan velocidades de entre 63 y 117 km/h, se considera una tormenta tropical. Estas tormentas pueden desarrollar un centro bien definido llamado “ojo” y generar bandas de nubes y precipitación a su alrededor. En general, las tormentas tropicales pueden ser peligrosas debido a los vientos fuertes, las inundaciones repentinas y los deslizamientos de tierra que pueden causar. Además, son un precursor de sistemas más intensos, como los huracanes como lo es en este caso

La intensificación rápida ha sido históricamente difícil de predecir, pero con el cambio climático que calienta los océanos, los científicos están seguros de que es un fenómeno que ocurrirá más a menudo.

La crisis climática no puede ser ignorada. Es responsabilidad de todos, desde los gobiernos hasta los individuos, tomar medidas para reducir nuestras emisiones, proteger nuestros recursos naturales y trabajar juntos para construir un futuro sostenible y resiliente frente al cambio climático. El tiempo apremia, pero si actuamos de manera decisiva y concertada, podemos mitigar los peores efectos de la crisis climática y construir un mundo más seguro y sostenible para las generaciones futuras.