“Condenan lo que no entienden”

Daniel Vergara

Por: Daniel Vergara.

El juicio de amparo y las acciones de inconstitucionalidad, son un orgullo para los mexicanos, al tener la finalidad de proteger la estricta observancia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues es la única vía para hacer prevalecer el estado de derecho que garantiza la armonía común.

Los juicios de amparo y las acciones de inconstitucionalidad, por su propia naturaleza le corresponden resolver al Poder Judicial de la Federación, mismo que con sus últimas determinaciones, han ido en contra de los caprichos del titular del ejecutivo.

Pues hay que recordar que México, en el año dos mil veintidós, el Presidente de la Republica se propuso reformar constitucionalmente al Instituto Nacional Electoral (INE), esto se conoció como el “Plan A” del Obradorismo en materia electoral; esta iniciativa de ley no tuvo los votos suficientes en el Congreso de la Unión y en respuesta llegó el famoso “Plan B” con el ánimo de desmantelar al INE a través de reformas secundarias.

El seis de diciembre del año dos mil veintidós, inicio el proceso legislativo de aproximadamente cuatrocientos artículos en seis leyes. Los proyectos de las reformas legislativas se distribuyeron una vez que había empezado la sesión en la Cámara de Diputados, el partido oficial fingió el proceso legislativo, y con ello, se pisoteo la democracia.

Los votos que se otorgaron, sin conocer la iniciativa, son votos artificiales y por ende una simulación a la democracia con la mera intención de favorecer únicamente a Don Andrés Manuel López Obrador, procedimiento legislativo que fue revisado por nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación, misma que anuló una parte del “Plan B”, la mayoría de los ministros lo invalidó por violación al proceso legislativo.

Resolución, que evidentemente no fue del agrado personal para el Presidente; Andrés Manuel López Obrador, quien amenazó que, de ser necesario, “cambiaría” la propia Constitución, derivado de la sentencia de la acción de inconstitucionalidad citada.

Las sentencias judiciales, tiene en efecto valor magistral, por cuanto es ordenada por juristas investidos con auctoritas, es decir unos verdaderos maestros o magister’s que, cuando resuelven, enseñan, instruyen y aleccionan.

De ahí que, el instrumento jurídico, que fue origen de enojo para nuestro actual Presidente, es fuente doctrinal de las instituciones y no puede separarse por propia naturaleza intelectual del trabajo teórico académico que, como se ha referido, define los rasgos finos de una Institución Jurídica, como lo es el Poder Judicial de la Federación, el que encabeza la Suprema Corte de Justicia de la Nacion.

Las relatadas y bien estructuradas instituciones, parecieran estorbar al Presidente; inmortalizando aquella añeja pero bien recordada frase de su autoría: “Al diablo con las instituciones.”

Lamentablemente hoy se cumplen los pronósticos del año 2006, cuando iniciaban las comparaciones con el ex dictador Hugo Chávez y el Titular del Ejecutivo; Andrés Manuel López Obrador, en donde a éste se le describía como una persona intolerante, impositiva, con rasgos similares a Chávez.

Es necesario conocer la historia de la Institución Judicial Federal, a efecto de cómo orientar las reformas que su evolución se precisen conforme las verdaderas exigencias de México, pues difícil sería para el ciudadano, el hombre de leyes y el juez, comprender la naturaleza de las instituciones jurídicas, si no se remontara a sus comienzos.

Qué hubiese sido del origen del juicio de amparo, si el Juez D. Pedro Zámano, en su carácter de primer suplente, no hubiese firmado osadamente la primera sentencia de amparo ese 13 de agosto de 1849, en el caso del quejoso D. Manuel Verástegui, a quien le concedió la protección constitucional, en contra del destierro ordenado por el Gobernador del Estado de San Luis Potosí.

Al firmar como supletorio, no se desestimó su probidad, sin integridad no puede haber justicia, pero rectitud quiere decir también puntualidad, que sería del valor de orden inferior, sin ser utilizable en las prácticas de la administración de justicia.

Por lo expuesto, se destaca la excelente actuación de las sentencias de nuestro Poder Judicial de la Federación, quienes, sin dejarse intimidar por el Titular del Ejecutivo Federal, rememoran aquellas antiguas enseñanzas del sustituto del Juzgado de Distrito, D. Pedro Zámano, quien dispensó al quejoso D. Manuel Verástegui, del destierro ordenado por el entonces Gobernador del Estado de San Luis Potosí, concediéndole sin temor alguno, el amparo y protección de la justicia federal.     

 

“Resístete con entereza cuando otros torcían las leyes,

 y transfórmate en poeta de la verdad”