Medida de represalia por supuesta falta de cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo

En una votación realizada este jueves, la Cámara Baja de Estados Unidos ha aprobado una enmienda que detiene más de 60 millones de dólares destinados a proyectos de ayuda en México. Esta medida es vista como una represalia por lo que el Partido Republicano considera una falta de voluntad por parte del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el tráfico de fentanilo.

Los congresistas del Partido Demócrata en la Cámara Baja expresaron su oposición a esta medida, argumentando que pone en riesgo iniciativas de desarrollo financiadas por el Fondo de Apoyo Económico (ESF, por sus siglas en inglés) y que son clave para el trabajo que Estados Unidos realiza en México en áreas como la reducción de la violencia y el fomento de un mejor entorno empresarial.

La enmienda, propuesta por el congresista republicano Alex Mooney, afecta proyectos de ayuda en México financiados a través del ESF por un total de 60.7 millones de dólares. Estos fondos forman parte de la ayuda total prevista para México en 2024, que supera los 110 millones de dólares.

La enmienda exige que el presidente Joe Biden certifique que el Gobierno de México está cooperando para reducir el flujo de fentanilo a Estados Unidos antes de que se puedan reanudar los fondos para los proyectos en México. Esta medida se suma a la tensión entre ambos países en torno a la crisis del fentanilo, con acusaciones por parte de Estados Unidos de falta de acción por parte de México.

La Ley de Gastos del Departamento de Estado para el Año Fiscal 2024, que incluye esta enmienda, deberá ser reconciliada con la versión que el Senado apruebe próximamente. Su versión final está sujeta a la resolución del impasse presupuestario que actualmente afecta a Washington.

Esta votación en la Cámara Baja coincide con la visita de la Canciller mexicana al Capitolio, donde se reunió con congresistas hispanos. La Administración para el Control del Drogas (DEA) ha señalado que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los principales fabricantes de fentanilo que llega a Estados Unidos, lo que ha provocado preocupación y tensión en la relación bilateral.