El 8 de enero de 2014, un meteorito interestelar denominado IM1 ingresó a la atmósfera terrestre y se desintegró sobre el Océano Pacífico. Ocho años después, el Comando Espacial de Estados Unidos confirmó su origen extraterrestre. Ahora, un grupo de científicos liderados por el astrofísico Avi Loeb emprende una misión imposible: buscar fragmentos del IM1 en el fondo del Pacífico. Este artículo narra la odisea de esta expedición y su búsqueda de pistas sobre posibles tecnologías extraterrestres.
IM1: Un Meteorito de Origen Interestelar
En 2014, el gobierno de Estados Unidos detectó la entrada de un objeto misterioso en la atmósfera terrestre, que posteriormente se desintegró sobre el Océano Pacífico. Años de investigación llevaron a la conclusión de que este objeto, denominado IM1, tenía un origen completamente fuera de nuestro Sistema Solar. Además, su comportamiento y composición sugerían características poco convencionales.
La Búsqueda de Respuestas en el Fondo del Mar
La pregunta que surgió tras la detección del IM1 fue intrigante: ¿podría haber sido creado por una civilización extraterrestre? Para obtener respuestas, el astrofísico Avi Loeb lideró una expedición en busca de fragmentos del meteorito en el fondo del Pacífico. A pesar de las escasas posibilidades, el equipo recopiló más muestras de lo esperado.
La Misión del Proyecto Galileo
El Proyecto Galileo, dirigido por Avi Loeb en la Universidad de Harvard, se propuso llevar al ámbito científico la búsqueda de objetos físicos relacionados con la vida extraterrestre. Esta misión es diferente de las búsquedas tradicionales de señales electromagnéticas, ya que se centra en rastrear objetos reales.
Exploración en el Fondo del Pacífico
La zona de búsqueda se encontraba cerca de Papua Nueva Guinea, a una profundidad de aproximadamente 2 kilómetros. La expedición, patrocinada por el empresario Charles Hoskinson con 1.5 millones de dólares, se llevó a cabo en el barco “Star Silver”. Se utilizó una placa magnética para atraer partículas magnéticas, y finalmente, se encontraron las tan buscadas esferas milimétricas.
Esferas Misteriosas y Composición Inusual
Las esferas encontradas se componen principalmente de hierro, con trazas de magnesio y titanio, pero carecen de níquel. Esta composición es inusual en comparación con aleaciones humanas y otros meteoritos conocidos. Además, algunos elementos presentes en las esferas se utilizan en circuitos eléctricos y semiconductores.
Análisis y Futuras Investigaciones
Las esferas recuperadas pesan aproximadamente 35 miligramos en total. Avi Loeb y su equipo planean llevar a cabo análisis más profundos con espectroscopia de rayos gamma para determinar si estas esferas son fragmentos del IM1 y para estimar la ubicación de su estrella de origen en el espacio interestelar. Estos hallazgos podrían revelar pistas cruciales sobre el origen de este misterioso objeto.
En Busca de lo Desconocido
La expedición para recuperar fragmentos del meteorito IM1 del fondo del Pacífico es un hito histórico en la búsqueda de vida extraterrestre. Si se confirma que estas esferas son fragmentos del IM1 y que el objeto en sí podría ser de origen tecnológico, esto representaría la primera prueba tangible de que no estamos solos en el Universo. La ciencia continúa explorando lo desconocido y desafiando los límites de lo que se considera posible.
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