Por Luis Vega D.
La mejor muestra de que los gobiernos del PAN, PRI y Morena fracasaron en seguridad pública es que en los últimos 17 años murieron a causa de la violencia 434 mil 907 personas y contando.
Los frases de “La guerra contra el Narco” de Felipe Calderón, “En seguridad y justicia No habrá improvisación” de Enrique Peña y la de “abrazos no balazos” de López Obrador resultaron ser tristes epitafios de una política oficial que generó muerte y una burla para nosotros los ciudadanos por la ineptitud del gobierno.
Ante este escenario, los candidatos a la presidencia de la República y al próximo Congreso están obligados a adoptar todas las propuestas que sean necesarias para “La Construcción de Paz y la Reconciliación Nacional”, como eje de la política public de las próximas décadas.
Por fortuna existen muchas experiencias de participación ciudadana y de la sociedad civil organizada, de las universidades y de las distintas iglesias en México que trabajan desde hace varias décadas para detener la violencia y remendar el tejido social, con propuestas particulares en comunidades indígenas, campesinas y urbanas para crear una cultura de paz y de respeto a la vida.
1.- Hace unos días, 113 rectores de universidades e instituciones públicas y privadas del país ratificaron la estrategia para la construcción de una cultura de paz en las Instituciones de Educación Superior (IES).
En la LXII Asamblea General Ordinaria de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) ratificaron la creación de la Red Nacional para la Paz y la Red Nacional de Educación Superior por la Inclusión.
2.- Desde hace varios años el Consejo Interreligioso de Michoacán (incluidos representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) acompañan a las familiares de las víctimas y tienen centros de escucha, apoyo psicológico y legal. Tienen un decálogo en favor de la vida como programa de trabajo.
En muchos estados del país se ha creado el Consejo Interreligioso donde participan dirigentes de la comunidad judía, diversas denominaciones cristianas y obispos de la iglesia católica en la Ciudad de México, Nuevo León, Estado de México, Morelos, Tamaulipas, Baja California, Jalisco, por mencionar algunos. En estos estados se han creado centros de escucha y acompañamiento de los familiares de las víctimas de la violencia.
3.- El Sistema Universitario Jesuita (SUJ), compuesto por diversos campus de las Universidad Iberoamericana e ITESO, pero sobre todo por las misiones y trabajo en las parroquias jesuitas, con grupos de reflexión y para la construcción de paz.
4.- Las organizaciones de Madres Buscadoras, acompañadas de grupos de la sociedad civil, colegios de abogados y universidades están creando centros de escucha y apoyo. Incluso negociando directamente con el crimen organizado entrar a las regionales controladas por la delincuencia.
5.- Los cardenales de la Iglesia Carlos Aguiar Retes, de México, y Carlos Osoro Sierra, de Madrid, se unen para impulsar un programa internacional de formación sobre la construcción de la Paz desde Chihuahua, Mexico, con la colaboración de la Federación Internacional de Universidades Católicas, la Organización de Universidades Católicas de América Latina que preside el argentino Rodolfo Gallo y la CEM que preside Monseñor Rogelio Cabrera.
El reto es enorme, pero si el próximo Presidente de la República, los legisladores y la sociedad civil, no logramos hacer una propuesta de gobierno para pacificar y reconciliar a México, estamos a un paso de ser como país “un estado fallido, rehenes de los capos del narcotráfico, de los ajusticiamientos del Ejército y de la partidocracia”.