Por Antero Carmona
El águila real (Aquila chrysaetos), es el símbolo vivo de México más importante, presente desde tiempos prehispánicos, así lo demuestran innumerables vestigios de diferentes culturas y momentos de la historia. En México, cada 13 de febrero se conmemora el día Nacional del Águila Real, especie listada por la NOM-059-SEMARNAT-2010 como Amenazada
El águila real se caracteriza por poseer un color café oscuro con tonalidades doradas en la cabeza y hombros. Las hembras son más grandes y pesadas, en comparación con los machos, promedian hasta 6.6 kg y una envergadura alar de 230 cm, el peso de los machos oscila entre 3.5 a 6. kg y una amplitud alar de 212 cm.
Históricamente se distribuía desde Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí y Tamaulipas, hacia el resto del norte de México –aproximadamente el 50% del territorio nacional–. Su hábitat es en zonas áridas, semiáridas, bosques templados, zonas desérticas y pastizales. Actualmente se distribuye únicamente en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Oaxaca.
La principal causa es la pérdida, deterioro y fragmentación de su hábitat, provocando la disminución y disponibilidad de presas potenciales, así como de sitios de anidación, producto de la ganadería extensiva, agricultura, urbanización y actividades industriales.
Especie que se enfrenta a diversos conflictos, por ejemplo; en 1999 se reportó la muerte por electrocución de 9 ejemplares en el municipio de Janos, Chihuahua, debido al tendido de líneas de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), accidentes eléctricos que continuaron a lo largo del año 2000. Ante estos hechos, diversas Asociaciones Civiles presionaron para que la CFE estableciera estrategias y rediseñara la infraestructura del tendido eléctrico, lo cual, derivo en la disminución de incidentes y muertes de ejemplares.
Por otro lado, se desconoce el flujo génico, existiendo el riesgo de una depresión endogámica y pérdida de diversidad genética, aunado a una baja tasa de productividad, lo que conduciría al descenso de sus poblaciones.
Otro factor es el saqueo de nidos, motivado por el tráfico ilegal mediante la venta de polluelos con fines comerciales, el problema está identificado, pero se desconoce su magnitud, se sabe que los huevos o polluelos son colectados, ya sea para incubarlos o criarlos como mascotas o para la cetrería. Este problema ha generado controversia, ya que existe información muy clara y exacta sobre la ubicación de los nidos, información que es reservada como medida preventiva, a la cual, sólo tiene acceso los investigadores responsables y ciertos servidores públicos, se ha acordado ser discretos y no dar a conocer la ubicación de los sitios de anidación, entonces ¿Cómo es posible que, ante tal hermetismo exista tal saqueo?
El envenenamiento por la ingesta de compuestos tóxicos es otra amenaza, particularmente en sitios donde se practica el control de plagas –principalmente roedores– con venenos, en presas del águila real.
Desde el año 2007 la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), realiza diversas acciones enfocadas a la conservación del águila real y de su hábitat, trabajando de manera conjunta con las comunidades rurales, a través de comités de vigilancia, enfocados en la protección y monitoreo de la especie. Estos comités comunitarios se han fortalecido a través de la capacitación y equipamiento necesario, adicionalmente se les apoya en la implementación de tecnología y sistematización de la información.
A través del Programa de Acción para la Conservación de la Especies (PACE), se ha logrado sumar voluntades y esfuerzos entorno a la conservación del águila real, a febrero de 2020, la CONANP ha registrado 171 parejas reproductivas activas, distribuidas de la siguiente manera: Chihuahua 59, Zacatecas 32, San Luís Potosí 16, Durango 15, Baja California 15, Sonora 10, Guanajuato 7, Aguascalientes 6, Coahuila 6, Jalisco 4 y Oaxaca 1, sin duda, estas acciones han dado resultados, sin embargo, los esfuerzo deben ser sostenidos, a largo plazo, con la participación y responsabilidad de gobierno y sociedad.
Debido a su condición de gran depredadora, el águila real desempeña un papel importante en el funcionamiento de los ecosistemas donde habita, ya que ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas, como; roedores, conejos, ardillas, tlacuaches, entre otras, por ello, la conservación de esta especie es fundamental, ya que su presencia nos indica la salud de un ecosistema, además, es considerada una especie sombrilla, ya que su conservación conlleva a la protección de otras especies de flora y fauna silvestre.
Hechos que nos hacen reflexionar acerca de la importancia de proteger y conservar a esta especie, ya que podría desaparecer en un mediano plazo si persisten los conflictos a los que se enfrenta.