El gobernador del estado de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, ha sido ingresado en el Hospital Lomas desde la mañana del lunes, según fuentes confiables. Su traslado al hospital se llevó a cabo con un fuerte operativo policial, y su seguridad personal se quedó resguardada en el lugar. Aunque se generaron rumores y especulaciones en las redes sociales sobre su estado de salud, el secretario general de gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, descartó los comentarios extremos y explicó que el ingreso del gobernador al hospital se debió a un problema gastrointestinal. A través de sus redes sociales, el gobernador aseguró que se trató de una revisión médica y que no hay motivo de preocupación.
El ingreso inusual del gobernador al hospital generó curiosidad entre los pacientes, sus familiares y el personal del centro médico, quienes confirmaron su presencia. Algunos rumores comenzaron a circular en las redes sociales desde la tarde del lunes hasta la mañana del martes, especulando sobre la salud del gobernador. Algunas versiones sugerían que padecía Hepatitis A, mientras que otros comentarios extremos mencionaban una supuesta sobredosis.
Sin embargo, el secretario general de gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, descartó los rumores y aclaró que el gobernador no tiene ningún vicio. Además, enfatizó que la razón de su ingreso al hospital fue un problema gastrointestinal. Para calmar las preocupaciones, el gobernador utilizó su cuenta personal en redes sociales para informar a la población sobre su situación médica. En su mensaje, aseguró que solo se trataba de una revisión médica de rutina y agradeció la preocupación mostrada.
Aunque el gobernador continuará con su agenda este martes, se espera que lo haga de forma privada y bajo reposo, siguiendo las recomendaciones médicas. Se prevé que el miércoles pueda reincorporarse completamente a sus actividades. Mientras tanto, el personal del hospital confirmó que el mandatario aún se encuentra hospitalizado, y se espera que reciba el alta médica en la tarde del mismo día. Como medida de seguridad, patrullas de la Guardia Civil Estatal se mantienen apostadas en los alrededores del nosocomio.