Presidente de Tayikistán estrena el avión presidencial que compró a México

Tayikistán

El presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, utilizó el avión presidencial que fue vendido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en abril pasado.

 

Después de llegar a Tayikistán el 15 de mayo, el avión presidencial realizó su primer vuelo oficial llevando a Rahmon a la ciudad de Pekín, en China, para reunirse con el presidente Xi Jinping.

A través del sitio web oficial del gobierno de Tayikistán, se informó que el presidente del país se reunirá con su homólogo chino para fortalecer y ampliar las relaciones de amistad y cooperación.

El comunicado relata que el presidente Emomali Rahmon recibió una cálida bienvenida de parte de los altos representantes del gobierno de China en el Aeropuerto Internacional de Pekín, que fue decorado festivamente para recibir al distinguido invitado.

El avión presidencial, que AMLO intentó vender desde el inicio de su mandato, llegó a Tayikistán el pasado lunes después de permanecer casi un mes en California, donde se le realizaron diversos cambios en su apariencia, como una nueva pintura con los colores oficiales de Tayikistán y el nombre del país en letras grandes.

El presidente López Obrador anunció la venta de la aeronave al gobierno de Tayikistán el 20 de abril, por un monto de 1,658 millones de pesos, después de varios avalúos que disminuyeron su valor comercial. El costo total de la aeronave fue de 2,931 millones de pesos.

Según el gobierno federal, el dinero obtenido de la venta del avión presidencial se destinará a la construcción de dos hospitales en zonas apartadas de Guerrero y Oaxaca, los cuales serán realizados por ingenieros militares y se inaugurarán antes de que termine el mandato presidencial.

Es importante recordar que el avión fue adquirido durante el gobierno de Felipe Calderón, pero fue el presidente Enrique Peña Nieto, del PRI, quien lo estrenó y le realizó lujosas modificaciones, lo cual fue fuertemente criticado por AMLO, quien durante su campaña electoral prometió venderlo al considerarlo un símbolo de corrupción.