Diputados de MC condenan desaparición del INSABI

En los últimos años, el sistema de salud en México ha sido objeto de cambios importantes, pero lamentablemente, la mayoría de ellos han sido para peor. La eliminación del Seguro Popular y la creación del INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) fueron dos de las decisiones más polémicas de la administración actual, y su impacto ha sido devastador.

Ahora, Morena reconoce su fracaso al desaparecer el INSABI, pero en lugar de aceptar y analizar los errores, deciden trasladar los mismos problemas al IMSS Bienestar. Esta decisión no solo es preocupante sino también peligrosa, ya que costará vidas humanas.

El Seguro Popular era un programa que garantizaba la atención médica a millones de personas que no tenían acceso a la seguridad social. Sin embargo, fue eliminado sin un plan claro de sustitución, dejando a millones de personas en una situación precaria. En su lugar, se creó el INSABI, pero este nuevo sistema de salud se implementó sin suficiente inversión, insumos y recursos humanos capacitados.

Como resultado, la atención médica se ha deteriorado aún más. Las personas han perdido el acceso a medicamentos esenciales, consultas médicas y cirugías necesarias. Además, la eliminación del Seguro Popular ha provocado una grave desatención de la salud de millones de personas en el país.

Es lamentable que en lugar de buscar soluciones efectivas para mejorar la salud de los mexicanos, el gobierno esté improvisando y transfiriendo problemas de un sistema a otro. Es necesario un cambio real en el sistema de salud, con una inversión adecuada en infraestructura, insumos y capacitación de personal médico.

Movimiento Ciudadano ha alertado que esta nueva decisión tendrá un costo político, financiero y sobre todo humano. Es hora de que el gobierno escuche las voces de la sociedad civil y trabaje de manera seria y comprometida en la implementación de un sistema de salud universal, que garantice el acceso a una atención médica de calidad para todas las personas en el país. La salud de los mexicanos no puede seguir siendo una moneda de cambio político.