Este domingo, más de tres mil migrantes iniciaron una caravana desde Tapachula, Chiapas, en dirección a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. El contingente, compuesto en su mayoría por mujeres y niños, espera llegar a la capital mexicana para exigir mejores condiciones de viaje durante su estancia en el país.
Además, los migrantes están demandando justicia por la muerte de 40 migrantes en un incendio ocurrido el pasado 27 de marzo en Ciudad Juárez. Asimismo, piden que sean cerradas todas las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INAMI), donde son llevados cuando son detenidos.
La caravana, que se desplaza a paso lento, busca llamar la atención de las autoridades y de la opinión pública sobre la difícil situación que enfrentan los migrantes en su tránsito por México. Los integrantes de la caravana denuncian abusos y violaciones a sus derechos humanos, incluyendo la detención arbitraria y el maltrato por parte de las autoridades migratorias mexicanas.
La caravana migrante busca visibilidad
En este contexto, el éxodo centroamericano hacia Estados Unidos se ha convertido en un tema de gran relevancia en la agenda política de la región. Los gobiernos de México y de Estados Unidos han implementado diversas políticas para contener el flujo migratorio, lo que ha generado controversia y ha sido criticado por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La caravana de migrantes que se dirige hacia la Basílica de Guadalupe busca visibilizar la situación de vulnerabilidad y precariedad en la que se encuentran miles de personas que huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen. Además, busca exigir a las autoridades mexicanas y de otros países de la región que se respeten sus derechos humanos y se garantice su seguridad en su tránsito por la región.
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