Fernando Alberto García Cuevas.
Apenas comence a interesarme en la politica, a principio de los años setentas, cuando me fui adentrando en el conocimiento de la situacion politica de México, asi como de las naciones hermanas de centro, sur america y el caribe. Por aquellos mismos años, muy pronto, la vida me dio la invaluable oportunidad de realizar una gira por todas las naciones latinoamericanas, acompañado de un reducido pero valioso grupo de lideres, jovenes talentosos, hasta ahora mis grandes amiga y amigos, quienes estábamos interesados en escuchar a la juventud latinoamericana. Anhelabamos aprender de ellos, conocer sus historia y lecciones politicas que habia vivido hasta entonces. Comprendimos la importancia de tomar conciencia de la realidad que vivimos en latinoamerica, sacando la mirada de la pecera nacional.
Supimos de las profundas transformaciones de América Latina ocurridas entre las décadas de 1960-1970. Conocimios sobre antecedentes y consecuencias de los sangrientos golpes de estado, de la militarización de aquellas naciones, de las infames dictaduras y el fascismo. Lo atestiguamos igual en Centro América, que en Sur América y el Caribe.
En aquellos años aprendí a valorar un sentimiento de hermandad y solidaridad latinoamericana. Una misma tierra, una misma lengua, una misma raza, una misma cultura. Somos hijos de nuestros antepasados prehispanicos, sufrimos las consecuencias infames de la conquista de nuestros pueblos, de la manipulación religiosa, la explotación de nuestros pueblos.
Aún recuerdo las estremecedoras imágenes de pobreza y crimen en Haiti bajo la dictadura de Duvalier. El caràcter firme de los herederos de Tupac Amaru en el Machupichu del Peru que hoy se manifiestan con dureza para reivindicar sus derechos ante las consecuencias del auto golpe de estado que organizó frutradamente el expresidente hoy depuesto.
En aquellos años también experimenté las consecuencias del sangriento golpe de estado que marcó mi vida para siempre, cuando el General Pinochet asesino al presidente Salvador Allende, y con él, la democracia de aquel pais andino.
Cerramos la gira en la joya de la corona de aquel entonces. La Habana Cuba de Fidel Castro, héroe latinoamericano en aquellos años, quién llegó al poder tras encabezar la revolución cubana para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959.
Años más tarde recibí la invitación del embajador de México en Nicaragua para ofrecer un serie de conferencias en Managua Nicaragua donde conocí de cerca algunos aspectos de la realidad politica y social de aquel pais.
En aquel entonces, descubrí algunos datos sobre el poeta, escritor, periodista y diplomatico nicaraguense representante del modernismo literario en lengua española Rubén Dario, conocido como el principe de las letras castellanas. Traigo a cuentas su recuerdo, porque fué también, quién acuño el término, «canallocracia» que utilizó para definir así a los integrantes del gobierno que le toco encarar en su tiempo.
Ruben Dario denuncio a los giobernantes de entonces como —falsos paladines, integrantes del hampa que no sacian sus oscuros apetitos, que todo en ellos es rapiña y corrupción, responsables de una democracia corroida que aniquila los derechos humanos y las libertades ciudadanas en nombre de sus oscuros intereses de riqueza y poder.
Que podrá decir Daniel Ortega sobre lo escrito por Ruben Dario, en tranto qué, el término de canallocracia, embona perfecto es su realidad. Quiza también ordenaria arrebatarle su nacionalidad nicaraguense, en castigo por su ofensa. Esta es la mejor descripción que se puede hacer, a lo que es y representa actualmente, el dictador Ortega de Nicaragua.
En aquel entonces en Managua conocí mas de cerca a Daniel Ortega y la influencia de su esposa Rosario Murillo quienes mantienen el control del pais mediante permanente represión politica a sus opositores, encarcelamientos, corrupción y ahora, hasta el arrebato de la nacionalidad de sus opositores.
La diferencia entre la retorica que utiliza un opositor y la verdad que revelan sus intenciones y decisiones estando en el poder, es diametralmente opuesta.
Daniel Ortega pasó de lider y guerrillero al frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) quién junto con Tomás Borge y muchos otros mas, lucharon para derrocar a la dictadura de Anastacio Somosa con el triunfo de la Revolución Nicaraguense.
Acualmente Ortega lleva cinco reelecciones y se ha constituído en un regimen de terror. Evidente que no tienen la mas mínima intención de entregar el poder, al costo que sea.
Que lamentable situación estamos viviendo de nueva cuanta en nuestra America Latina, que no termina de sufrir las consecuencias, del paso de los gobiernos autoritarios y dictatoriales, que toman el poder por via democratica, desmantelan instituciones que son contrapeso a sus gobiernos, para ejercer el poder a modo, con la intencion de no cederlo núnca, sin importar las consecuencias.