Luego del terrible terremoto que azotó a Turquía y que ha dejado un saldo de poco más de 1,500 muertos y 3,000 heridos, los servicios de rescate y emergencia no cesan.
El epicentro del sismo tuvo lugar en el sureste de Turquía, en la región de Kahramanmaras, afectando varias regiones. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha detallado que más de 1 700 edificios colapsaron. Un segundo movimiento telúrico se registró horas después en la misma región con una magnitud de 7,7.
En el lado sirio, los Cascos Blancos, el principal grupo de rescatistas del noroeste del país, han declarado un “estado de emergencia” en la zona, situación que catalogan de “destrucción generalizada”.
Según datos recopilados por la agencia de noticias Associated Press (AP), el sismo ha dejado cerca de 400 muertos en el país devastado por la guerra.
El Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria afirmó que el terremoto ha sido el más fuerte registrado por sus sistemas en casi tres décadas y alerta de más réplicas en los próximos días.
“La ONU en Siria expresa sus más profundas condolencias y solidaridad a todas las personas afectadas por el terremoto de esta mañana y ya está trabajando para coordinar la asistencia en todas nuestras áreas de alcance en Siria dentro de las provincias afectadas de Alepo, Hama, Idlib y Latakia”, dijo la oficina del país árabe en su cuenta oficial de Twitter.