Cuando pensamos en la Navidad, todos relacionamos esta época del año con Santa Claus o Papá Noel, su típico traje rojo con detalles en blanco y dorado pero, ¿Sabes de dónde viene su representación?.

La historia de Santa Claus es interesante y guarda una estrecha relación con Nicolás de Mira, un obispo cristiano que vivió en Anatolia, la actual Turquía, en el Siglo IV.

Nicolás nació en una familia acomodada, aunque él destacó por su sencillez y humildad. Se ordenó sacerdote y durante toda su vida sirvió a los más pobres.

Los registros históricos señalan que la transformación tuvo lugar en el año 1624. En el Siglo XVII la imagen de Santa Claus aterrizó en Estados Unidos de la mano de los emigrantes holandeses. En Holanda hay una gran veneración por San Nicolás, que lleva regalos a los niños que se han portado bien el 5 de diciembre.

Fue en el año 1809 cuando el escritor Washington Irving transformó el nombre del santo holandés Sinterklaas en Santa Claus.

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En el arte de la Edad Media, San Nicolás fue representado típicamente como un clérigo alto, delgado y barbudo. Entonces, ¿cómo se convirtió en el Santa que hoy conocemos? La barba blanca y el traje rojo de Santa son en realidad bastante similares a las vestimentas del obispo que usaban los Sinterklaas holandeses.

A los holandeses se les atribuye el traslado de la leyenda de San Nicolás (Sinterklaas) a Nueva Ámsterdam (ahora Nueva York), junto con la costumbre de dar regalos y dulces a los niños en su fiesta, precisamente el día en que falleció, 6 de diciembre.

No fue hasta el año 1863 cuando Papá Noel tomó la apariencia que tiene en la actualidad. Fue obra de Thomas Nast, un dibujante que diseñó el personaje basándose en los obispos antiguos. Un personaje bonachón, gordo y con una poblada barba blanca.

En el año 1930 Coca Cola compró los derechos de Santa Claus y empezó a utilizar su figura en sus anuncios publicitarios. Hasta entonces no hubo una asignación clara al color de la vestimenta de Papá Noel. Se utilizaba con frecuencia el verde.

Por lo tanto, al contrario de lo que muchos creen, Santa Claus no nació de la mano de Coca Cola, aunque sí fue la compañía estadounidense quien le dio su característico color rojo.