La elefanta africana Ely, actual residente del zoológico de Aragón y el único elefante que actualmente vive en la CDMX, por lo que la activista Diana Valencia de la asociación civil “Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes” busca que sea trasladada a un santuario de elefantes en Brasil.
En la India, los elefantes son considerados de buena suerte o de protección; han sido los protagonistas de diferentes películas, se conoce que en libertad viven en manada y tienen una excelente memoria a largo plazo.
Los adultos en México que crecieron en los 80´s y 90´s e incluso a principio de este siglo tuvieron la oportunidad de montar y fotografiarse en uno de estos majestuosos paquidermos después de alguna función de circo; sin embargo, la cultura al respecto ha cambiado y la forma de convivir con ellos, también.
Es por ello, que la exigencia para que los animales en cautiverio tengan una mejor vida, es cada vez más fuerte.
¿CÓMO LLEGÓ ELY AL ZOOLÓGICO?
En entrevista con La Silla Rota, relató que desde 2016 ha solicitado al Gobierno de la Ciudad de México la transferencia de Ely a Sudamérica, ya que asegura que el espacio y las condiciones en las que vive no son las aptas de acuerdo con las necesidades de su especie.
“Ningún zoológico en el mundo puede brindarle lo que un elefante necesita, se ha comprobado científicamente que los elefantes son los más dañados por el cautiverio, son los que más lo sufren”.
Asimismo, explicó que durante más de 20 años Ely fue parte del circo Hermanos Vázquez, donde participaba en los diversos espectáculos y acrobacias como parte del entretenimiento de los espectadores.
Hasta que en 2011 fue comprada por la Secretaría del Medio Ambiente por 3 millones 460 mil pesos, cuatro años antes de la entrada en vigor de la Ley que prohíbe animales en los circos.
¿POR QUÉ LLEVAR A ELY A UN SANTUARIO?
De acuerdo con la activista, en el monitoreo que se ha realizado, por su cuenta a la elefanta, en los últimos seis años de lucha, Ely muestra signos similares al estrés por el cautiverio en el que vive y al maltrato que probablemente sufrió durante su vida en el circo.
Tiene una enfermedad llamada zoocosis, la cual se muestra con movimientos repetitivos por la falta de estimulación física, mental y social, está última debido a que este animal actualmente vive solo en su espacio, ya que en 2016 su antigua compañera Maggie fue sacrificada debido a los problemas de salud que sufría.
Diana explica que un elefante en vida silvestre puede vivir entre 65 y 70 años por lo que se busca que Ely pueda disfrutar de la libertad de movimiento y compañía que le puede dar el santuario.
El santuario al que se busca que pueda ser trasladado este animal es especialista en elefantes, el cual cuenta con otros elefantes africanos y asiáticos, donde son tratados y divididos de acuerdo a su especie.
La activista aseguró que en el santuario no se busca su reproducción, solo su recuperación física, mental y social.
Tras la polémica reciente por el cierre del santuario Black Jaguar White Tiger en el Ajusco, comentó que “existe un temor fundado, esto puede descalificar el deseo que Ely se vaya a un santuario, pero tan fácil cómo mostrando las certificaciones” del Santuario de Elefantes Brasil, el cuál afirma Diana tiene las certificaciones internacionales para albergar a estos animales.
Es por ello, que entregaron nuevamente una petición al Gobierno de la CDMX, en este caso a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y a la Secretaría del Medio Ambiente, en la que solicitan su apoyo para lograr el traslado de Ely al santuario.
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