Por Guillermo Robles Ramírez
InterSIPEn los últimos años, un buen número de empresarios ha venido incursionando en la política y siguen ahí, cuando no es en puestos de elección pública, es en comisiones relacionadas con la administración pública, o bien, esperan que pase uno o dos años para seguir buscando oportunidades electorales. Por algo dicen que la política y los puestos públicos son como la comezón porque no es muy fácil quitársela de encima.
En Coahuila hay bastantes de esos empresarios que de repente se convirtieron en políticos y ahora no la sueltan ni a palazos, lo que llama la atención y nadie puede negarlo, que en general se trata de empresarios fracasados que bien quebraron sus negocios por falta de capacidad e inteligencia o por cuestiones de crisis económicas, recesos y contracción en los mercados u otras razones, pero que a final de cuentas no les quita el bien ganado nombre de empresarios fracasados.
Y cuando usted le pregunta a alguno de esos fracasados qué anda haciendo en la política teniendo su empresa, le contesta muy ceremonioso, “…es que quiero servirle a mi pueblo”. Y la verdad, eso lo hemos visto los coahuilenses a través de los años y el desempeño político o de servicio administrativo de esos empresarios fracasados que más que servir a su comunidad, se sirven del puesto para recuperarse de lo perdido en sus bancarrotas.
Aunque también hay que mencionarlo que también durante el cargo público que desempeñan se convierten de la noche a la mañana en “empresarios exitosos”, y hasta a otros les da por ser dueños de nuevos medios de comunicación.
Y este fenómeno, que más que extraño es sorprendente por la magia que en poco tiempo se recuperan de los fracasados, se presenta en empresarios militantes de los distintos partidos, es decir, no es exclusividad de instituto político alguno.
He preguntado de ello a amigos políticos y me contestan que desconocen la razón por lo que a muchos empresarios fracasados les da por entrar a la política, cuando se dice y pregona que la política es un arte, más no dicen de qué tipo o clase.
Sería interesante que a esos a quienes les da por organizar y realizar conferencias, diplomados, etc.; se propusieran y trataran de encontrar una buena y justificable respuesta en ese fenómeno para no caer en el error y creencia de que los fracasados le entran a la política porque ahí van y caen los incapaces e inútiles porque sería ofensivo para quienes en verdad si andan ahí por servir y no para servirse como, repetimos muchos empresarios fracasados que en Coahuila los conocemos y que sabemos de ellos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org