- En educación, también vamos para atrás, como los cangrejos, porque el modelo morenista privilegia la ideología y se aleja de la calidad educativa. Las maestras y los maestros, los padres de familia y la sociedad en general debemos exigir un modelo que mejore y no empeore la educación.
- Este gobierno no busca educar, lo que pretende es adoctrinar.
- Se requieren métodos eficaces de evaluación a maestros y alumnos, fortalecer la enseñanza de idiomas y el uso de nuevas tecnologías.
El Plan de Estudios de educación básica, lanzado por el gobierno morenista y entregado para su aplicación a una persona que representa los intereses políticos del régimen, no solo está cargado de ideología y carente de métodos pedagógicos, sino que condenará a las niñas y niños de México al retroceso y a la mediocridad.
Así lo manifestó el presidente de Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, quien hizo un llamado a las maestras y maestros, a los padres de familia y a la sociedad en general a exigir a las autoridades un modelo que mejore y no empeore la educación de la niñez para que cuenten con herramientas para un mejor futuro profesional y laboral.
“Se deben generar modelos educativos que realmente sirvan para la vida, despierten las capacidades de los niños, provoquen interés en los alumnos; renovar el método de enseñanza debe ser para mejorar y no para retroceder, también es necesario captar la atención de personas que no culminaron sus estudios para que los retomen” señaló.
Cortés Mendoza respaldó las críticas de especialistas y organizaciones civiles, en el sentido de que la propuesta educativa de López Obrador no solo es “improvisada, tendenciosa y desprovista de rigor académico”, sino que responde únicamente a los designios del presidente de la República, quien desde el inicio de su gobierno se ha propuesto destruir el sistema educativo e intentar imponer uno a partir de su visión personal y de algunos grupos que lo respaldan y llevaron al poder.
“Rechazamos este modelo educativo cargado de ideología política. Solo basta señalar que en materia de civismo se obligará a los estudiantes de educación básica a aprender cuáles son las obras del gobierno morenista. En cambio, olvida las propuestas didácticas, las competencias educativas de los alumnos y sus funciones intelectuales. Como en otras materias, en educación también vamos para atrás, como los cangrejos”, detalló.
Está claro que este gobierno no busca educar a los niños ni jóvenes, lo que realmente pretenden con su modelo educativo es adoctrinarlos y alinear a los más posible respecto de las creencias del presidente.
Señaló que un sistema que no incluye métodos eficaces de evaluación a maestros y alumnos de educación básica, el uso de las nuevas tecnologías como herramientas para el conocimiento y la enseñanza de idiomas, entre otros elementos esenciales, será insuficiente para elevar la calidad de la educación de nuestros niños y niñas en un mundo cada vez más competitivo y demandante.
Recordó que López Obrador eliminó la reforma educativa de 2013, pero fue incapaz, como en todo lo que ha hecho, de presentar un proyecto que superará los avances logrados en décadas. Sin embargo, puso en práctica un sistema educativo con un claro objetivo político, populista y mezquino, tal como lo sostiene el ex subsecretario de Educación Básica, Gilberto Guevara Niebla, en su libro “La Regresión Educativa”.
El dirigente Nacional del PAN dijo que, además de romper con los esquemas didácticos y pedagógicos, el modelo educativo morenista será un fracaso y tendrá la misma suerte de las universidades “patito” Benito Juárez ya que, a todas luces será incapaz de mejorar la calidad de la educación básica y mucho menos superar el rezago educativo.
En ese sentido, pidió a la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez, presentar a la brevedad un diagnóstico sobre el aprendizaje, el nivel educativo, la deserción escolar en el país y un plan para resarcirla, luego de que se ha registrado un retroceso importante a raíz de la pandemia. De acuerdo con organizaciones civiles la cifra de deserción es de 1.5 millones de estudiantes, tanto de escuelas públicas como privadas, aunque la SEP informó que el número llega a 270 mil estudiantes.
Cortés Mendoza estimó que en los próximos cinco o 10 años se podrán ver las consecuencias negativas económicas y del impacto productivo para el país a causa de la pérdida de aprendizaje y la deserción escolar, como resultado del modelo educativo morenista. La situación educativa se agravará por la crisis económica y el abandono de las escuelas públicas por parte del gobierno federal, concluyó.