Edgar Abraham Mereles Flores.
Hace unos días, en el país se dio voz a una “Jornada de oración por la paz”, siendo apoyada claramente por la iglesia católica y partidos políticos relacionados con ella, como el PAN; pero realmente el texto no trata de algo político, es sobre lo importante de un hecho como el sucedido. Excluyendo toda idea religiosa del planteamiento textual, es importante un acontecimiento de esta naturaleza, pues significa que la violencia ha escalado a un punto el cual, considero, no era tan común.
Hoy en día, al asesino ya dejo de darle miedo un castigo divino, dando paso a un ataque dentro de las iglesias, matando a servidores de éstas; y el problema reside en eso: antes había algo que impedía asesinar a cualquier servidor religioso, tal vez culpa o fe, pero el hecho era que no había un ataque tan a la vista a estas figuras. Una vez roto ese punto, es de clara reflexión que la violencia sigue escalando y que si ahora tocan a los “intocables” los ciudadanos comunes cada día seremos más vulnerables.
Estos años los índices de cualquier tipo de violencia se han incrementado, los feminicidios siguen en aumento, cada día a cada hora siguen desapareciendo menores, las balaceras en varios estados parecen no cesar y esto va más allá de una oración, todo va al mensaje que emite la iglesia con esta jornada, hoy en día ya no solo los civiles son los vulnerables a morir en cualquier lugar; y con cada día violento que pasa, ya no hay seguridad en las calles para nadie.
Una jornada por la Paz en México es un llamado a que hagamos, lo mejor, desde donde estamos.