El subsecretario de Gobierno de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols respondió al amago del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a que la Casa Blanca debe invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la próxima Cumbre de las Américas, o de lo contrario no asistirá.
En entrevista con el diario ibérico El País, Nichols hizo referencia a la condicionante de López Obrador y dijo que “es poco probable” que se haga caso a la exigencia del mandatario mexicano, pues no es viable que asistan estos países si no respetan la democracia.
Subrayó que el deseo de la Casa Blanca es que se respete la democracia.
No nos parece conveniente incluir a países que falten al respeto a la democracia
Sobre la exigencia de López Obrador de invitar a estos países que EU ha acusado de violar los derechos humanos de sus ciudadanos, el diplomático norteamericano recalcó que “hay poca probabilidad” de su presencia, aunque dijo que “las invitaciones son responsabilidad de la Casa Blanca y las invitaciones formales aún no han salido de la Casa Blanca”.
Así mismo, dijo que la Casa Blanca está en el proceso de finalizar los compromisos políticos dentro de la cumbre como gobernanza democrática, salud y resistencia a las pandemias, transición energética limpia, futuro verde y transformación digital, que son los cinco compromisos esenciales de los líderes para la cumbre.
“También estamos enfocados en combatir la desinformación que corroe la democracia al socavar la confianza de los ciudadanos en el gobierno y los medios”, indicó.
Sobre el tema de la migración, refirió que está enfocado el gobierno de EU en prestar ayuda a distintos países para mejorar la condiciones de sus ciudadanos y evitar la migración, y aunque no refirió al parque de ayuda a México y Centroamérica, mencionó que recientemente se está apoyando a países sudamericanos como Chile y Colombia a combatir la migración.
En su más reciente gira a Centroamérica, el presidente López Obrador insistió en que Estados Unidos debe prestar ayuda a la región y cumplir con la promesa de apoyar con 4 mil millones de dólares en inversiones de programas sociales para países como Honduras, Guatemala y El Salvador.