La oración de la serenidad es la oración más pronunciada y pensada por los miembros de los grupos de 12 pasos alrededor del mundo, grupos de recuperación espiritual que generalmente giran alrededor de una adicción o comportamiento obsesivo compulsivo. Los grupos más numerosos de este tipo son Alcohólicos Anónimos (AA), Al Anon (para familiares o amigos de los alcohólicos) y Comedores Compulsivos, en ese orden. También existen otros grupos que siguen el formato de recuperación de AA: Sexoadictos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Compradores Compulsivos, Neuróticos Anónimos, etc.
La oración de la serenidad probablemente es el momento más cercano a dios que tienen los miembros de 12 pasos que comparten el mensaje de la recuperación en los grupos, aparte de las experiencias individuales, claro está. La oración de la serenidad se reza generalmente al comienzo y/o al final de cada junta en los grupos de 12 pasos. Se llaman grupos de 12 pasos porque los miembros basan su recuperación espiritual trabajando 12 pasos que otros adictos ya trabajaron y que les funcionó para hacer a un lado su o sus adicciones, un día a la vez y sólo por hoy.
La oración de la serenidad fue compuesta por el teólogo estadounidense Reinhold Niebuhr alrededor de 1932-1933. El buen Niebuhr fue miembro de la facultad del Union Theological Seminary (UTS) en la Ciudad de Nueva York. La etapa final de mi tesis doctoral la redacté en la biblioteca del UTS, un lugar mágico para cultivar el espíritu y el intelecto de manera simultánea.
La versión corta de la oración es la más conocida alrededor del mundo, en buena medida gracias a los grupos de 12 pasos. En México, la oración va: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”. Junto con la oración de la serenidad, existen varias frases que acompañan al adicto en su diario devenir, sobre todo en los momentos de marcada debilidad, independientemente si uno lleva 25+ años de abstinencia sin tomar alcohol, por ejemplo. Entre las frases más recurridas, están:
Mantenlo simple.
Por la gracia de dios.
Hazlo con calma.
Primero, las cosas más importantes.
Sólo por hoy.
Que empiece por mí.
¿Cuán importante es?
Piensa.
Un día a la vez.
Mantén un criterio abierto.
Vive y deja vivir.
Suelta las riendas y entrégaselas a dios.
La oración de la serenidad es un momento de reflexión personal profunda en lenguaje simple. Desde mi muy personal perspectiva, la idea central es que dios nos guíe ante tanta problemática que nos rodea y antes de reaccionar, definitivamente nos brinde la oportunidad de pensar antes de actuar. Esto es, en el diario devenir, antes de seguir fortaleciendo nuestro comportamiento adictivo a manera de escape de la realidad, la oración nos plantea una manera segura y eficaz de lidiar de manera realista con cualquier problema que se nos vaya presentando, sobre todo los propios.
¿Que el jefe es un idiota bien hecho y nos hace la vida de cuadritos? Rezamos la oración de la serenidad y poco a poco dejamos de decirle idiota al jefe y separamos la problemática de la chamba de la personalidad del jefe. Eso contribuye enormemente a darnos cuenta, de manera calmada, que ha llegado el momento de conseguir otra chamba, por ejemplo.
¿Que mi matrimonio no funciona bien? Rezamos la oración de la serenidad y buscamos soluciones en conjunto para sacar adelante la problemática que nos aqueja. A veces nos damos cuenta que lo mejor que nos puede pasar a ambos es un sano y sabio divorcio y así otorgarse a uno mismo una nueva oportunidad de ser feliz, de manera responsable en caso de que haya descendencia de por medio.
¿Que el amigo del cuñado de mi suegra es muy violento y la policía lo anda arrestando cada quince días? Rezamos la oración de la serenidad y nos damos cuenta que el amigo del cuñado de quien sea poco o nada tiene que ver conmigo, así que en lugar de hacerle al chisme con mi suegra, mejor voy a una junta de 12 pasos y acabo feliz el día. Ahora, si el amigo del cuñado de quien sea pide ayuda para dejar de beber y yo pertenezco a un grupo de AA, pues lo más sano es auxiliar al que pidió ayuda mediante la introducción del susodicho al Programa. Esto es, lo puedo acompañar a unas 3-6 juntas y también le puedo explicar de lo que trata y no trata el Programa, el resto queda en manos de él y de dios.
¿Qué el León Campeón no gana ni por equivocación como local? Rezamos la oración de la serenidad y acabamos convencidos de que lo que haga o deje de hacer el León Campeón no tiene nada que ver con nosotros, tan sólo somos aficionados del equipo, pero hasta ahí.
En el caso del alcohólico compulsivo, los problemas en el trabajo, ya sea que se compliquen o que se resuelvan favorablemente, pues se bebe alcohol para resolver nada o festejar todo. En el caso del matrimonio, el alcohólico bebe para olvidar o incluso hasta conoce a su futura nueva esposa en una borrachera de despecho, lo cual no es un buen augurio. En el caso del amigo del cuñado, es bien fácil juzgar su conducta al calor de unas copas, sin resolver absolutamente nada, nuevamente. En el caso del León Campeón, gane o pierda o empate, el pretexto semanal o quincenal de ponerse hasta las chanclas y acabar como tlaconete bañado en sal, pues ahí está, intacto y cada vez más poderoso.
La sociedad mexicana es una sociedad profundamente alcoholizada y/u obsesiva compulsiva, de ahí la interesante necesidad de despertar en el mexicano promedio el deseo de ser feliz con el mínimo de alcohol en las venas. Cada vez que una botella se abre, hay alguien que está haciendo mucho dinero… y ciertamente no es el que se la bebe.
Aunque hay que ser honestos: con o sin oración de la serenidad, si no hay voluntad de dejar el alcohol (o el cigarro o las compras compulsivas, o la ira, o una vida de mentiras, o las adicciones a las drogas, etc.) y no se ha formado conciencia de que la vida es más complicada con alcohol que sin alcohol, pues no hay manera de adoptar exitosamente AA, ni de que AA nos adopte a nosotros.
Igual con la política que caracteriza a la sociedad mexicana contemporánea. Parece que casi todos los políticos están borrachos: viven de y en la mentira, la exageración, el engaño, niegan la realidad y generalmente están o se hacen los pendejos. Es como si se tomaran una botella diaria del peor de los alcoholes antes de irse a trabajar bien arregladitos y peinaditos a las 7 de la mañana. ..
