LA SORPRENDENTE CREACIÓN DE LA MUJER

Sacerdote Daniel Valdez García

1. Importancia de la Biblia

La lectura de la Biblia muchas veces requiere de una buena alfabetización bíblica. Pues hay traducciones más ajustadas a la cultura de los traductores que fidelidad al pensamiento del escritor sagrado. Toda la escritura sagrada es inspirada, más no toda traducción.

La lengua hebrea es una de las más antiguas y mejor conservadas. Mientras Babilonia y Egipto tenían lenguas de élite con centenares de signos y era muy difícil que el común de la gente supiera leer y escribir, el idioma hebreo sólo tiene 22 caracteres y y lo hablaba la gente de manera común, cada letra tiene un significado y un número, y eso facilitó que se conservara durante tantos siglos.

2. Creación de la humanidad

Cuando lees la Biblia en español, tanto Adán como Eva son «creados». Sin embargo, en el hebreo original hay una diferencia significativa. Cuando Adán es creado, se usa el verbo yatzar, יצר (Génesis 2:7). Significa «Él modeló», y es el mismo verbo que aplica para un alfarero que modela cuencos de arcilla. Por defecto, el verbo yatzar es la palabra para la creación divina, y aparece varias veces en los primeros capítulos del Génesis. Adán no es un nombre propio de una persona sino el designio del divino del acto creador de la humanidad, del ser humano sin otra definición, pues el nombre es plural no singular, de ahí que sea de la humanidad de quién se habla en dicho acto creador.

2. Creación de la mujer.

Sin embargo, en el caso de la creación de Eva, se utiliza el verbo baná, בנה, que significa «Él construyó» (Génesis 2, 22). Este es el único momento en la Biblia en el que «construir» significa «crear». ¿Por qué? El verbo baná, בנה, está relacionado con la palabra biná, בינה, que significa «inteligencia». ¿Acaso esto sugiere que Eva es inferior a Adán? ¡Al contrario! Desde el principio la mujer fue dotada de un sentido superior del conocimiento.

3. La creación de la mujer está conexión con el mesías

La creación de Eva nos recuerda otro famoso pasaje bíblico que presenta la palabra biná. Escribiendo sobre el futuro Mesías, el profeta Isaías dice que un brote crecerá del tronco de Isaí: «Sobre él reposará el espíritu del Señor; el espíritu de sabiduría y de inteligencia (biná)» (Isa. 11, 2).

Eva, al igual que el Mesías, comenzó como una rama, una extensión de algo grandioso. Dotada de sabiduría divina (biná), preparó el escenario para futuras generaciones de empoderamiento femenino. Son estos matices en el texto primario los que lo hacen tan interesante de entender.

Hoy 8M, día internacional de la mujer no es para felicitar, regalar, dar serenatas o enviar regalo a las mujeres. Es un día para todo el año meditar y luchar por la equidad e igualdad total en paridad de humanidad.

¡Mujer!, vuelve a tu raíz, a tu origen, reaviva el don de sabiduría e inteligencia con que Dios te doto. Te bendigo y agradezco a Dios el haberte creado.

 

padre daniel