La incredulidad que muchos de nosotros teníamos al considerar que no veríamos ya en pleno siglo XXI; una guerra, al ser una triste realidad y ver como Rusia ha invadido a Ucrania, como se ven los misiles, las bombas, los soldados invadiendo territorios entre ellos su capital Kiev, es impresionante y se siente horror y dolor por ellos; y por todo lo que una guerra trae consigo.
No salimos de vivir la crisis que la pandemia ha dejado, la falta de empleo en todo el mundo, la escasez, el hambre, la debilidad por la afectación en la salud; y ahora Ucrania tiene que defenderse de un hombre que puede que su ego sea lo primero y sigue en conquista de territorios, con la finalidad de lograr mayores ganancias económicas, pero lo que si es cierto es que todo ello está dejando una gran desolación, dolor por la pérdida de vidas y de sus hogares, dejando a familias enteras sin nada.
Sin duda es lo menos que esperábamos en estos tiempos una guerra, donde los conflictos se deberían de arreglar en negociaciones internacionales de diálogo, a través de la comunicación, teniendo como intermediarios a organismos que buscan que los países sigan en paz; pero sobre todo la historia nos ha enseñado que las guerras dejan consecuencias muy graves no solo con los países involucrados, sino también en otros como lo que se avecina a nuestro país México.
Si leyó bien, México sufrirá estragos en lo que respecta al gas y la energía eléctrica, además de la agricultura, ya que en cuanto a los energéticos se podría creer que por el aumento del petróleo nos va a ir mejor, pero no es así, ya que el subsidio por la gasolina también aumentará y puede que sea superior a lo que se puede obtener por el combustible.
Materias primas que importábamos, fertilizantes, trigo, maíz, sorgo y tecnología también aumentarán, por lo que, aunque parezca mentira y estemos a más de 10 mil kilómetros y a casi 12 horas en avión, la verdad es que vivimos en un mundo globalizado y por ello las economías están entrelazadas y mientras el conflicto prevalezca seguirá afectando a México y a todos los países de mundo.
Por el momento el gas natural licuado ha subido un 40% y EE. UU. es uno de los principales exportadores ya con nuevas tarifas; metales como oro, aluminio, cobre y níquel también han aumentado considerablemente y que decir de la energía eléctrica.
Y aunque Rusia lleva años propiciando rebeliones como lo ocurrido en 2014 en el oriente ucraniano cuando se llevó a cabo una rebelión separatista quedándose con la Península de Crimea. En esta ocasión, hasta los especialistas dudaban en que hubiera una guerra, pero ya hemos visto que su objetivo no solamente va por los territorios ucranianos de Donetsk y Lugansk, sino que ha invadido la capital de Kiev, además de Kharkiv, Odessa, Mariúpol o Dnipro.
Esta guerra es de horror y las autoridades mexicanas dicen que en caso de que el gas aumente considerablemente habrán de echar a andar las plantas de generación de energía eléctrica que no requieren gas y evitar aumento en los costos de energía eléctrica.
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