LA TERCERA VÍA

La reunión de los dirigentes del PRI, PAN y PRD con la agrupación Futuro 21 llamó la atención el viernes por su planteamiento de continuar su alianza, incluso con un candidato único para la elección presidencial de 2024, bajo la idea de la tercera vía. Se trata de un planteamiento surgido en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el planeta estaba dividido en dos bandos, que postulaba hacer compatibles los valores tradicionales de centro-izquierda con los principios económicos del libre mercado.

LA TERCERA VÍA En España, el concepto ha tomado nuevos bríos con los partidos que se salieron de las denominaciones tradicionales de izquierda y derecha, y adoptaron las ideas del sociólogo británico Anthony Giddens, quien plantea la tercera vía como la renovación de la socialdemocracia.

En México, la alianza de los tres partidos no ha tenido hasta ahora resultados alentadores numéricamente. Logró solo una de 14 gubernaturas disputadas en 2021 y este año, de acuerdo con la encuesta publicada ayer por El Heraldo de México, de los seis estados en contienda electoral, lleva delantera nada más en Aguascalientes y se mantiene en la pelea con nueve puntos de desventaja en Tamaulipas. Indefinición política, candidatos que nunca han ganado antes una elección, carencia de propuestas concretas.

El problema inicia con las incongruencias de la alianza. Históricamente, el PAN siempre se ha ubicado en la derecha, afín a la democracia cristiana y provida. ¿Hará ese giro casi total hacia el centro-izquierda? Desde el 2000, logró sostenerse apenas dos sexenios en la Presidencia de la República. En 2018 obtuvo por sí solo únicamente el 17.65 por ciento de los votos. Gobernaba 11 estados y ahora siete. El PRD nació en 1989 como la aglutinación histórica de todas las izquierdas. Para 2003 llegó a gobernar seis entidades federativas y hoy solo una.

Ambos partidos han tenido grandes confrontaciones. La administración emanada de uno lanzó al ejército a las calles y desató la escalada de violencia criminal que todavía nos azota, mientras otro se opuso escandalosamente. Uno legalizó el aborto y el matrimonio igualitario en la capital del país, mientras otro expresó gran repudio.

En cuanto al PRI, si bien ganó la elección presidencial de 2012, fue apenas con el 38.21 por ciento de los votos y para el 2018 perdió tanto terreno que obtuvo solo el 16.40, cayendo hasta la tercera posición entre las fuerzas electorales. Hoy solo

tiene cuatro gubernaturas. De no ir en alianza, su futuro previsible sería la extinción.
Su coordinador en San Lázaro ha reconocido abusos de privados en el sector eléctrico y su posición frente a la reforma no está clara, mientras el PAN afirma contundente que no la apoyará. La permanencia de la alianza aún debe pasar el tamiz de los resultados electorales de este año.

Si permanecen y logran la presidencia, ¿qué harán frente a los problemas tan serios que enfrentamos? La paridad de género en los gobiernos y congresos es importante, pero no atiende de fondo un problema severo. En 2021 fueron asesinadas 490 mujeres con extrema violencia, hay más de 95 mil desaparecidos, tenemos un aparato de justicia con alrededor de medio millón de policías en la calle, más de 200 mil personas en prisión y no logramos controlar la violencia.

En el campo, el crimen organizado está ocasionando daños económicos graves. El limón ha subido más de 150 por ciento en comparación anual por extorsiones y disputas territoriales entre cárteles. La exportación de aguacate a Estados Unidos está condicionada debido a amenazas a inspectores sanitarios de ese país.
¿Cuáles son las propuestas de solución del PRI, PAN y PRD aliados a los problemas de México? Son justo lo que falta sobre la mesa.

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