Vivimos tiempos agitados políticamente, jurídicamente y socialmente. Esto ha hecho que muchas personas se confundan respecto a las ideologías políticas, económicas y sociales que escuchan mediante los actores políticos que hay en nuestro país y en América Latina, pero que no saben a ciencia cierta que son o porqué se les llama así.
Y en ese sentido, me gustaría despejar algunas dudas que normalmente surgen y que se pueden entender de forma clara con la simple lectura.
Esto pasa porque el “giro a la izquierda” que han tomado recientemente algunos gobiernos latinos es muy claro, y ocasionan discusiones incluso académicas al respecto.
Vemos países como Bolivia, Venezuela, Argentina, México, El Salvador, Chile, Guatemala etc. Que tienen ese reto de precisar y sobre todo analizar los rasgos específicos de cada país.
Se deben analizar dos aspectos transversales principalmente, en sus procesos políticos, como son los contenidos de sus agendas políticas que son orientadas a romper los postulados centrales del Consenso de Washington, y la recuperación de las capacidades estatales.
Por eso la idea del PostNeoliberalismo, que es lo que estamos viendo y viviendo, y el “Retorno del Estado”, son los que aparecen como elementos insoslayables de procesos de cambio en América Latina. La continuidad o ruptura del régimen democrático y sus especificaciones ha sido el debate que se han visto en los últimos 10 años.
En el año 2006 apareció un artículo del entonces Canciller, Jorge Castañeda, que sostenía que los procesos políticos, estaban siendo liderados por dos izquierdas: una abierta, reformista y moderna como en aquel entonces lo hacía Bachelet en Chile, y por otro lado una “Izquierda nacionalista” estridente y muy cerrada, como lo vemos desde hace 20 años en Venezuela, y Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina donde este último, tuvo una posición ambigua.
De ese artículo se derivaron varias interpretaciones, la principal es la que hizo Norberto Bobbio en la que dice que las izquierdas abogarían por la igualdad y la transformación del mundo en la perspectiva de volverlo más igualitario, en tanto que las derechas, lo harían por la libertad sobre la base de la desigualdades sociales que son necesarias en el ordenamiento social.
Varios autores latinoamericanos, han tomado estos conceptos para descifrar los conceptos de izquierda, derecha, progresismo, neoliberalismo, capitalismo, estatismo, para dar una idea clara de lo que muchos políticos quieren decir con sus acciones.
La realidad, es que, no existe un modelo político, social y económico que funcione al 100%, sin embargo, la historia nos ha podido decir lo que NO funciona, en el siglo XIX, XX y XXI, y esto es, idea de igualdad social, económica y política, y no porque esté mal, sino porque, una vez que los líderes llegan al poder, prometiendo combatir la pobreza, desigualdad social, económica y política, se pierden en el camino del idealismo igualitario, por cumplir una agenda de poder, sometimiento, pero sobre todo, desigualdad y caos social.
Esto lo hemos visto muy claro con la anterior URSS, que al no poder sostener esa ideología, e incrementar la los ciudadanos a la pobreza, terminó por dejarse en la famosa Perestroika, y con ello el fin de una era aparentemente de poder, de igualdad, misma que dejó sumida a la hoy Rusia en pobreza del 50% de3 su población, y al día de hoy, no se han podido reponer como potencia económica, política y social.
Ejemplos tenemos en América Latina con Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile recientemente, Argentina.
Los planteamientos ideológicos, en la teoría son buenos, pero al llevarlos a la práctica, resultan insostenibles sin un libre mercado y libre competencia.
Así las cosas en Latino América, esperemos que la prueba y error de años que hemos presenciado, sirvan como ejemplo claro de lo que no queremos tener más.
Alethia H B.