En mi anterior columna, mencione que este año nos propone una oportunidad para
reflexionar sobre lo que ha sucedido en los dos últimos años.
La primer reflexión del año inició esta semana, con la inauguración del Parlamento Abierto
que propone discutir, abiertamente, la iniciativa de reforma constitucional en materia
energética propuesta por el Presidente López Obrador.
Es de buenas prácticas democráticas, y de altura de miras, que este tipo de temáticas
públicas sean discutidas y dialogadas, abiertamente, por cámaras empresariales, técnicos
en la materia, funcionarios públicos, políticos, u otro tipo de personas cercanas a los
temas.
Es de celebrarse que el Poder Legislativo convoque, y que el Poder Ejecutivo tome nota,
de los resultados que generará este Parlamento Abierto, siendo que les permitirá
construir políticas públicas de trascendencia nacional, evitando que una mayoría de votos
determine una verdad histórica.
Al respecto, la discusión debe tener presente que es importante construir un modelo de
negocio que permita a las familias mexicanas acceder a un servicio de luz a un precio
accesible y, al mismo tiempo, cuestionar la actual estructura del sistema eléctrico
mexicano para fortalecer la competitividad del país, sin descartar una transición efectiva a
las energías renovables.
Hoy es fundamental que, quien tenga algo que decir, lo diga; y quien tenga ideas al
respecto, las ponga sobre la mesa.
Por lo demás, será prudente dejar que la política haga su trabajo, que la ideología fluya a
través de los argumentos, y que la parte técnica asegure el futuro de las familias
mexicanas y la competitividad del país.
No obstante, será fundamental para nuestra democracia que la opinión pública discuta, de
forma paralela, los costos políticos respecto a la toma de decisiones que involucra esta
reforma constitucional, para que, causalmente, se definan los ganadores y perdedores
como en cualquier proceso democrático.
Actualmente, las democracias liberales están expuestas por la falta de rendiciones de
cuentas, siendo que, quien toma decisiones, debe explicar el porque sí, o el porque no,
toma las decisiones; por lo que reitero celebrar que se inauguró este Parlamento Abierto
que invita a discutir, como país, el futuro del sector eléctrico nacional.