La Secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, expresó este viernes las preocupaciones de Washington en su visita en México por el potencial impacto negativo de la Reforma Eléctrica que impulsa el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En cada reunión, expresamente transmitimos las preocupaciones reales de la administración Biden-Harris por el potencial impacto negativo de las reformas energéticas propuestas en México en la inversión privada de Estados Unidos en México”, declaró Granholm.
La Secretaria realizó una gira de dos días en México, donde se reunió el jueves con López Obrador, en medio del debate público sobre la polémica reforma constitucional que, de aprobarse, limitaría al 46 por ciento la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.
Aunque el Presidente aseveró en su rueda de prensa matutina este viernes que Granholm entendió que la “misión” de la reforma eléctrica “es desterrar la corrupción”, la representante de Washington advirtió de riesgos.
“La reforma propuesta podría también dificultar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México en energía limpia y clima.
Debemos mantener y realzar los mercados energéticos abiertos y competitivos que traen beneficios a Norteamérica”, manifestó en su pronunciamiento.
La propuesta del Gobierno mexicano también eliminaría los reguladores autónomos de energía y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados, por lo que podría contravenir al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).