Con buena aceptación y positivismo por parte del Presidente del Poder Judicial de Coahuila, Miguel Mery Ayup, el anuncio de la orden de aprehensión contra Rafael Antonio Olvera Amezcua, ex propietario de Ficrea. Además de tratarse de un dinero que les pertenece a los coahuilenses, hace muchísima falta ante las migajas y su atraso de años del dinero que le corresponde a Coahuila por parte del gobierno de la 4 Transformación.
Pero solamente para recordarle a los coahuilenses y ponerles el dedo sobre la llaga; se trata de los 127 millones de pesos que el Tribunal Superior de Justicia de Coahuila, hace algunos años estaban “perdidos”, al ser invertidos y, desaparecidos en la fraudulenta sociedad financiera Ficrea.
Una acción en donde el Tribunal Superior de Justicia, por ambición o codicia de obtener más réditos o utilidades, en comparación a lo otorgado por instituciones bancarias competidoras, fueron depósitos a una financiera de nombre Ficrea.
Esa millonaria cantidad era parte de un fondo que, por cierto, se dan muchas evasivas para precisar si se trataba de un recurso público o bien, de las fianzas que en efectivo depositan procesados cuando se les otorga su libertad y que ocurre en ciertos delitos.
Cualquiera de las opciones que se señale, pues oficial o no eran recursos económicos en custodia de la dependencia mencionada, dinero que a final de cuentas Ficrea se los “adjudicó” con una serie de trampas y raterías abusando de la confianza de miles de mexicanos, tratándose de un vil robo, porque no puede calificarse de otra manera lo cometido por Ficrea.
Uno de los fraudes más grandes del país, en donde se ha dicho mucho, pero a la vez se sabe poco, es lo mismo que las medias verdades como las medias declaraciones, dicen la parte que le conviene a quien o quienes las exponen, es demagogia pura, falacias y una forma que pretende ocultar hechos sancionados por la Ley para a final de cuentas no aplicar la justicia.
Este tipo de situaciones se hace común en casi la totalidad de las dependencias gubernamentales en cualquiera de sus niveles, pero que ocurra en la autoridad que aplica la justicia como es injustificable en el caso del Tribunal Superior de Justicia, en donde desde hace ya algunos años que se cometió el “robo del siglo” y se siguen diciendo mentiras a los coahuilenses respecto a los responsables cuando éste o éstos viven bajo el mismo techo.
A eso se le llama información “huérfana”, es decir que no tiene madre y se pretende engañar a la sociedad sobre hechos que han surgido a la luz pública y que solo tienen un responsable que es protegido a diestra y siniestra.
La codicia y ambición “mató” a muchos, entre ellos por el entonces Consejero Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Gregorio Pérez Mata, que como alquimista desapareció y responsabilizó un imberbe joven que hacía funciones de Oficial Mayor que tomó dinero ajeno por tratarse de recursos públicos y los aplico a Ficrea que a final de cuentas dejó “bailando” la ambición de Gregorio Pérez Mata. En ese entonces Gregorio Pérez Mata, justificó su error y codicia de haber tomado dinero público para meterlo a Ficrea, asegurando que el Oficial Mayor sin consultar y sin las facultades que obliga la ley, tomó los 127 millones de pesos y los metió a sudar intereses a Ficrea.
No se trata únicamente de haber tomado dinero ajeno e invertirlo para incrementar el recurso. Pero no hay que perder de vista que los intereses producto de los 127 millones de pesos, se “invirtieron” en compensaciones al personal del propio Juzgado, aunque no se dice a qué nivel, sino solo y meramente entre los Magistrados o si se incluyó a otros trabajadores de niveles intermedios y bajos.
Son demasiadas las dudas que hay sobre los famosos 127 millones de pesos que por cierto, jamás se ha dicho como serán recuperados o repuestos, no precisamente si se arregla su devolución con Ficrea que ha pasado algunos añitos de cometido el mega fraude siguen “bailando” no los 127 millones de este Tribunal, sino muchos cientos e inclusive puede llegar hasta miles de millones de pesos tanto a otras dependencias gubernamentales Estatales, como son Querétaro, Distrito Federal y de mismo Coahuila, a quienes “despelucaron” recursos públicos por la ambición de poner a “sudar” dinero ajeno. Algunos pueden olvidar el origen del problema, pero no todos, aunque el efecto final no cambie en nada, es decir, no va a pasar nada y lo bailado nadie se lo quita. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org