El medio ambiente y la emergencia climática es un hecho, por lo que hacer conciencia en las nuevas generaciones por eso es cada vez más importante y darle la relevancia que requiere en la educación de tus hijos.
Como familias debemos involucrarnos con la infancia para que nuestros hijos e hijas crezcan con un compromiso ecológico y una capacidad crítica que les permita crear y vivir en entornos centrados en la sostenibilidad, aceptando que solo una realidad sostenible es posible.
Los jóvenes como activistas medioambientales
Desde la aparición de la figura de Greta Thunberg en 2019 los jóvenes se han convertido en la generación más activista del momento. Liderando la reivindicación y la lucha por el medio ambiente y reaccionando contra la inacción de las instituciones.
Pero, ¿es que deben ser los jóvenes los encargados de llevar la carga del cuidado de la naturaleza y la protección del medio ambiente? Obviamente no, la responsabilidad de generar un entorno sostenible es de todos y como familias debemos involucrarnos para que nuestros jóvenes desarrollen su capacidad crítica y su compromiso ecológico.
Actividades para mejorar la relación de nuestros hijos con el medio ambiente
Promover una conciencia ecológica: El compromiso con la sostenibilidad no puede ser una espejismo temporal, debe ser un compromiso real. Solo desarrollando una conciencia ecológica conseguiremos un aprendizaje significativo al respecto.
Pasar tiempo en la naturaleza: Y es que promover una conciencia ecológica es complicado si no hay contacto real con la naturaleza. Si la desconocen y no forma parte de su realidad es muy difícil que sus actos traten de protegerla. No se trata de realizar actividades extraescolares en la naturaleza sino de disfrutar de la naturaleza, salir fuera y dejarnos llevar.
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Evitar la educación desde el miedo: No se trata de educar a nuestros hijos e hijas en la culpa, la destrucción o el miedo de un futuro apocalíptico. Debemos trabajar las emociones hacia la naturaleza desde las imágenes positivas del planeta y el amor hacia el planeta.
El consumo alimentario como enseñanza diaria:
Que nuestros hijos e hijas sepan lo que consumen, de dónde provienen los alimentos y qué consecuencias tiene el consumo indiscriminado es un buen aprendizaje diario. Comemos todos los días, varias veces, y deben conocer cuáles son las consecuencias del desperdicio de comida o de la explotación indiscriminada para la obtención de productos alimentarios.
La educación ambiental, también en la escuela
Es fundamental la educación ambiental en nuestros hogares, pero no lo es menos que esté apoyada por la educación ambiental en la escuela. Todos los agentes que intervengan en la educación infantil deben estar alineados y comprometidos por mejorar nuestra relación con la naturaleza. La escuela se asocia a un edificio cerrado donde se imparten conocimientos y esta perspectiva debe cambiar, dando mucho más peso a las actividades en el entorno natural.
Ya han aparecido las primeras Ecoescuelas, lugares donde la enseñanza se centra en la relación con el medio. Del mismo modo, las ciudades también deben cambiar para convertirse en espacios más abiertos y seguros para que los niños y niñas puedan crecer en ellos en contacto con la naturaleza y la realidad ambiental.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO