México en favor de una política integral migrante

 

La humanidad históricamente ha evolucionado buscando mejorar sus condiciones de vida; de orígenes nómadas, pero con necesidad de progreso nacieron los primeros asentamientos humanos, obteniendo beneficios del cultivo de la tierra o explotación de terrenos prósperos. Sin embargo, pese a los grandes y fructíferos asentamientos, la mala administración de recursos y la lucha por su control, ha generado que a la par de la evolución de la raza pensante, se den diversos movimientos sociales, transformándose en problemas e incluso en su decadencia.

Después de los conflictos bélicos, el principal problema es la migración, cuyo detonante en la mayor parte del mundo es el estado de necesidad, provocado por la mala distribución de la riqueza, insuficientes o nulas oportunidades de trabajo, insipientes salarios y la creciente inseguridad; situaciones mayormente controladas en países más desarrollados, provocando movilizaciones masivas hacia estos, con miras al progreso económico; situación presente entre continentes, naciones, estados e incluso entre ciudades.

En Latinoamérica la situación no es diferente, en el caso de Sudamérica a los factores antes mencionados se suman los bloqueos comerciales, provocando graves problemas económicos en países subdesarrollados; mientras que para nuestro país además está la inseguridad y extorción; generando grandes migraciones hacia nuestro país vecino del norte, cuyos salarios incluso los más bajos, son más competitivos que los de la mano de obra nuestro país.

Situaciones que no han pasado desapercibidas por los lideres de las naciones involucradas, especialmente en los Estados Unidos con el antecesor del actual presidente, se sufrió un grave retroceso, pues contrario a implementar estrategias para regularizar la situación, el odio racial fomentado por el entonces presidente Trump, provoco una crisis migratoria; tomada como bandera del actual presidente Joe Biden, pero sin real atención en la actualidad, pues en 2021 se rompieron todos los récords en materia de migración, considerando el número de detenciones fronterizas, que se sitúa en más de 1.7 millones detenciones, concluyendo en la deportación, generando incluso un aumento del 25% en reincidencias, provocando una grave crisis migratoria plagada de flagrantes violaciones a los derechos humanos.

Es por ello que el actual titular del ejecutivo de nuestro país encontró una oportunidad de hacer un llamado, en el marco de la celebración de la Cumbre de Líderes de América del Norte, solicitó a sus homólogos de Estados Unidos y Canadá; “hacer a un lado mitos y prejuicios”, “dejar de rechazar a migrantes cuando para crecer se necesita de fuerza de trabajo”, y “abrir fronteras ordenadamente y emplear a migrantes”. Algo que parece descabellado, sin embargo, la realidad numérica muestra que tan sólo en Estados Unidos, más del 80% de la mano de obra se realiza por latinoamericanos, en su mayoría en situación ilegal.

Un presente que sin duda es complicado, pero la realidad tampoco puede evadirse, es un hecho que los países vecinos del norte se paralizarían sin la mano de obra de los latinos en especial de los mexicanos; fortaleciendo el reclamo del presidente de México, evidenciando una necesaria y verdadera reforma migratoria, que no solo aumentaría su productividad, sino que reduciría los excesivos gastos en seguridad fronteriza.

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