El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) condicionó una vez más el diálogo a los estudiantes del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), a cambio de que entreguen las instalaciones de los planteles en Santa Fe y Aguascalientes, los cuales están tomados desde el pasado 29 de diciembre como protesta por el nombramiento de José Romero Tellaeche como director de la institución.
“Una vez que sean liberadas las instalaciones y se recupere la normalidad en este Centro, con el acompañamiento y coadyuvancia del Conacyt, se establecerán las mesas de diálogo serio, responsable, profundo y plural,entre las autoridades del CIDE y la comunidad estudiantil con una agenda de trabajo encaminada a la mejora académica y participativa dentro de la institución”, publicó el Conacyt en un comunicado.
También señaló que el paro de los estudiantes, ha perjudicado las actividades de toda la comunidad, “poniendo en alto riesgo el semestre académico, las labores de investigación, la realización de las Comisiones Académicas Dictaminadoras (CADI) y los procesos administrativos, como son los pagos y salarios de las y los profesores y trabajadores del CIDE”.
Por su parte, la comunidad estudiantil del CIDE, instaló la mañana del viernes, una mesa de diálogo frente a las instalaciones del Conacyt, en la que pedían que su pliego petitorio fuera discutido en conjunto con la directora María Elena Álvarez-Buylla, y que ésta firmara una carta de no represalias, con el fin de brindar seguridad a los manifestantes.
“Los estudiantes del CIDE han demostrado poder llevar conversaciones de manera seria y responsable, nuestras demandas y acciones han sido consistentes y públicas, el primer paso para avanzar es atender a la mesa que se encuentra afuera de Conacyt”, declaró una de las estudiantes.
Los alumnos recordaron que el martes 6 de diciembre la directora citó a algunos estudiantes a una videollamada en la que mantuvieron sus demandas, y fue así que se acordó que tendrían una primer mesa de diálogo el jueves 9 en el CIDE y que Álvarez-Buylla firmaría su carta de no represalias.