Pese a que los accidentes automovilísticos han disminuido 15% el último trimestre, exceder los límites permitidos sigue siendo el motivo de infracción más recurrente en el mes de noviembre.
Las verdaderas consecuencias de ir a toda velocidad no son una multa o responder por los daños causados, sino ver afectada su integridad física e incluso perder la vida propia o quitársela a una persona inocente.
Es por eso que la policía vial mantiene el exhorto a respetar los límites de velocidad, incluso aunque la calle luzca vacía y no se encuentre un oficial cerca, pues la responsabilidad y autocuidado son valores que cada persona debe fomentar por su bienestar individual y de la comunidad.