La especialista en temas relacionados con la comunicación educativa, agrega: “la televisión no desaparecerá. Simplemente en México hay más de 30 millones de personas que no tienen acceso a internet, que se siguen informando, entreteniendo a través de ésta, que les convoca un evento deportivo, un partido de futbol, por ejemplo”.
Según el informe Disponibilidad de TIC en los hogares “Cuéntame de México”, del INEGI, en 2020 el 91 por ciento de las casas contaban con un televisor; en 2010 la cifra alcanzó 93 por ciento.
Asimismo, en 2020, 43 por ciento de las viviendas disponía de televisión de paga y 19 por ciento con servicio de películas, música o videos con costo o por internet (streaming).
No todo mundo puede pagar las plataformas digitales, y en ese sentido este medio de comunicación aún tiene una larga vida; no obstante, ha realizado ajustes para sobrevivir porque sus audiencias cada vez son menos fieles a un solo medio o formato, abundó.
Si pensamos en ella como el aparato que encendemos con los canales abiertos, está pasándola mal en cuanto a contenidos que puede ofrecer, menciona la también expresidenta de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, en ocasión del Día Mundial de la Televisión, que se conmemora el 21 de noviembre.
“En las grandes televisoras al parecer, hay crisis financieras y una carga de producción de revistas matutinas y noticias, pero esa gran industria de la telenovela ha venido a la baja, por eso vemos retransmisiones o refritos de las mismas historias, provocado por el embate de todos los servicios a la carta digitales y, por supuesto, de la televisión en plataforma”, considera la académica de la FCPyS.
Garay Cruz, además profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, externa que se habla de empresas productoras y distribuidoras de contenidos, a través de plataformas que implican pensar en otro tipo de industria, en donde entra de por medio la conectividad a internet, con un mercado de más de 80 millones de usuarios, aunque eso no significa que todos consuman contenidos de este tipo.
“La televisión ha estado por momentos agónica, pero ha encontrado nuevamente la manera de recolocarse en esos escenarios digitales para no perder a su audiencia más fuerte; entendieron que para allá se ha movido una parte de sus audiencias y que es la tendencia de los medios”, argumenta la universitaria.
Otros canales
Luz María Garay expresa además que no debemos denostarla como agente educativo, porque es una parte de las representaciones sociales mediante la cual mucha gente logra cierto aprendizaje, aun cuando su intención y materiales no sean educar, sino entretener, informar y lucrar.
“Aun no teniendo la intención de formar, se concreta; promueve ciertas prácticas, reproducen roles y representaciones que finalmente son insumos que nos llegan a las audiencias y, a partir de esos contenidos, nosotros vamos mediando”, precisa.
La televisión abierta requiere refrescar sus contenidos, replantearlos para que puedan ser consumidos por las audiencias en la vieja TV y en otras plataformas.
“Por ejemplo, tenemos el caso de la estrategia del actual presidente de México. Al transmitir su conferencia matutina por televisión abre un espacio también a otros representantes de medios que no son los de las grandes televisoras, algunos ‘youtubers’, y eso ha reconfigurado la agenda mediática misma; es decir, se ha marcado una agenda que ya no es la de las empresas televisivas necesariamente”, acota.
De acuerdo con el “Reporte trimestral de audiencias de Radio y TV con perspectiva de género”, correspondiente a enero-marzo de 2021, del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), durante el periodo señalado la exposición al televisor a nivel nacional (28 ciudades representativas del país), por parte de la audiencia femenina fue 11.18 por ciento más alta que lo registrado por el segmento masculino.
De lunes a viernes el consumo televisivo de ellas en general fue 14.86 por ciento mayor que el de los varones. Ambos, de 45 años o más, registraron el porcentaje más alto de exposición en los fines de semana.
Las mujeres de 45 años o más dieron prioridad a los canales nacionales, los cuales representaron 44.27 por ciento de su consumo. Por el contrario, destacó el caso de los hombres de 18 a 24 años, quienes dedican 42 minutos menos que el total de los televidentes.