El Manchester City derrotó a la defensa del Manchester United en el derbi pudo ser el punto final de la era Solski. La paciencia se le está acabando al Teatro de los Sueños. No consiguen despertar de esta pesadilla ni aunque piten.
La Premier vuelve a convertirse en un imposible para un United que ha gastado antes de Navidad el crédito de una plantilla millonaria y plagada de calidad en la que su defensa les ha llevado a la bancarrota futbolística. Los regalos son ya tradición. Y ante el Manchester City, que se puso el imponente y caro traje de los derbis, se autodestruyeron. Los ‘sky blues’ ni se ensuciaron para lograr un triunfo inapelable. El resultado fue cortísimo. Otro partidazo de los de Guardiola. Mandando, sometiendo a su rival y dejando su sello en Old Trafford. Se llevaron el balón al Etihad y acribillaron a disparos a su rival, que se sostuvo de pie de milagro.
La gran diferencia entre la goleada sufrida frente al Liverpool y la derrota ante los ‘cityzens’ estuvo en los guantes de De Gea. Entre el 0-1 y el 0-2, el portero español realizó ¡cinco paradones! en apenas siete minutos a Gabriel Jesus, a Cancelo, a su compañero Lindelöf , a De Bruyne y otra vez a Cancelo que evitaron un marcador más abultado. Los tres centrales que le funcionaron tan bien a Solskjaer frente al Tottenham fueron transparentes ante el asedio celeste. Bailly, Maguire y Lindelöf se tambalearon. Más defensas fue sinónimo de menos seguridad.
El 0-2 cerró el duelo. Ni los cambios hicieron que el encuentro cambiara en la segunda parte. Estuvo más cerca el 0-3 que el 1-2. El United se mostró impotente y el City no quiso hacer más daño. Como el Liverpool tras el 0-5 antes de la hora en el Clásico. Únicamente Cristiano se rebeló pero Ederson le frenó