• Especialistas de la UAEM coincidieron que la sociabilización que implica el regreso a las clases presenciales beneficia en la consolidación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
• Sugirieron que la presencialidad de la educación se efectúe bajo esquemas de responsabilidad y seguridad sanitaria ante la pandemia por la COVID-19.
El mejor aprendizaje se da a través de la sociabilización, por lo que el regreso paulatino a la presencialidad en la educación tendrá beneficios cognitivos para las y los estudiantes, expuso el titular del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la Facultad de Ciencias de la Conducta (FaCiCo) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Alejandro Gutiérrez Cedeño.
El especialista universitario refirió que las teorías del aprendizaje señalan que la mejor manera de aprender es a través de la sociabilización y con la pandemia este proceso se modificó, interrumpiendo el contacto físico y presencial que inciden en la dinámica enseñanza-aprendizaje.
Sin embargo, recomendó que es necesario mantener las medidas sanitarias pertinentes para que la presencialidad se mantenga y evitar riesgos de contagio por la COVID-19.
“La pandemia provocó que nos alejáramos y, por supuesto, habrá muchos beneficios de tener nuevamente contacto físico, contacto emocional, presencial, factores que inciden en la consolidación del aprendizaje. La sociabilización traerá beneficios importantes para el aprendizaje”, afirmó.
El psicólogo afirmó que el regreso a la presencialidad también implica un proceso de adaptación, por lo que se deben desarrollar actitudes de tolerancia y empatía con las personas con las que se entabla interrelación.
Por su parte, la responsable del Departamento de Becas, Salud y Prestaciones Estudiantiles de FaCiCo, María Guadalupe Godoy Orta, indicó que el regreso a la presencialidad en la educación permitirá a la gran mayoría del estudiantado liberar cargas emocionales que pudieron haberse desarrollado en casa por la propia dinámica familiar en el contexto de confinamiento.
Esta liberación emocional permitirá que la y el estudiante pueda consolidar el proceso de enseñanza-aprendizaje y readaptarse a las rutinas que solía tener bajo esquemas de seguridad sanitaria.
“El poder regresar es liberar la carga emocional, el poder ver a tu gente, amigos y compañeros de trabajo es quitarse esa carga que se trae o se tiene en casa. Considero que es muy bueno el regreso presencial a clases y conlleva volver a adaptarnos con lo que veníamos haciendo, a esa rutina, retomar las actividades”, agregó.
Los especialistas coincidieron en que la presencialidad trae beneficios para el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero en un contexto de pandemia debe prevalecer la responsabilidad y las dinámicas de seguridad sanitaria como el uso de cubrebocas, lavado de manos y mantener el distanciamiento social pertinente.