Pfizer en medio de escandalo

En un informe que se reveló por parte de un organismo de defensa del consumidor publicó este martes dio a conocer cómo la farmacéutica estadounidense Pfizer usa su poder en tiempo de pandemia.

Public Citizen, grupo sin fines de lucro con sede en E.U, analizó los acuerdos que Pfizer alcanzó con Brasil, Chile y Colombia, entre otros países.

“Los contratos ofrecen un vistazo poco común al poder que una corporación farmacéutica ha obtenido para silenciar a los gobiernos, acelerar el suministro, traspasar el riesgo y maximizar las ganancias durante la peor crisis de salud pública en un siglo”, reza la publicación.

Public Citizen reveló que el contrato alcanzado con Brasil prohíbe a las autoridades “hacer cualquier anuncio público” sobre las condiciones del acuerdo con Pfizer sin obtener el permiso de la compañía.

Del mismo modo, Pfizer le prohíbe a Brasil recibir o hacer donaciones de su vacuna.

Adicionalmente a eso la farmacéutica solicitó también al menos a 4 países “indemnicen, defiendan y mantengan indemne a Pfizer” de cualquier tipo de demandas, daños y costos relacionados con la propiedad intelectual de la vacuna.

Public Citizen explicó que, “si otro fabricante de la vacuna demanda a Pfizer por la infracción de patente en Colombia, el contrato requiere que el Gobierno colombiano pague la factura”.

De acuerdo a los datos recabados, Pfizer solicita que las disputas contractuales se resuelvan en secreto por árbitros privados y no en las cortes públicas.

Además, los contratos con Brasil, Colombia, Chile, la República Dominicana y Perú incluye el punto de que los países “expresamente e irrevocablemente renuncian a cualquier derecho a la inmunidad que” ellos o sus activos pueden tener en el futuro, algunos de ellos también renunciaron a la inmunidad contra la incautación preventiva de sus activos.

Por su parte con respecto a esto, la portavoz de Pfizer, Sharon Castillo, declaró que la compañía “no ha interferido y absolutamente no tiene intención de interferir en cualquier activo diplomático, militar o cultural significativo de cualquier país”, recoge The Washington Post.

Además, la compañía puede cambiar la fecha de suministro de su fármaco. “En virtud de la gran mayoría de contratos, los intereses de Pfizer van primero”, indicó .

“El dominio de Pfizer sobre los países soberanos plantea desafíos fundamentales para la respuesta a la pandemia” finalizo Public Citizen.

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