*Lo importante en la T4a es ser “honestos”, aunque incultos e incapaces
Por Luis Repper Jaramillo*
Recuerdo con mucho cariño que, en mi niñez, en la escuela primaria, en la asignatura de Geografía nos enseñaron que la República Mexicana estaba dividida en 29 Estados, 2 territorios (Baja California Sur, Quintana Roo) y el DF, capital del país.
Así crecí. En la era moderna esos territorios, constitucionalmente se convirtieron en Estados. Lo que fue el DF, pasó, recientemente al Estado 32. Ahora los pequeños saben que los Estados Unidos Mexicanos se conforma de 32 entidades autónomas, con gobierno, poder judicial y Congreso propios que forman el Pacto Federal.
Pero… resulta que el 21 de septiembre de 2021 en el Senado de la República una funcionaria de alto nivel de la Transformación de 4ª, del partido Morena y “florero” del Gobierno fallido de Andrés Manuel López Obrador (¿honesta? pero ineficiente) decretó una nueva República, a la que dotó de 50 Estados. Así, de la noche a la mañana, México pasó de 32 a 50 entidades federativas, sin que hubiera algún proceso constitucional, republicano o Decreto oficial.
Los legisladores presentes en el “anuncio” y las redes sociales no daban crédito al hecho, de inmediato estallaron, primero con sorpresa, luego en incredulidad, después en críticas y finalmente virilizándolo.
Los mexicanos no lo podían creer ¡vamos! ni los chairos, amlovers, pejezombies, adoradores, aduladores del Peje daban crédito a tan inculto, irracional, torpe “anuncio”.
¿Será cierto? ¿se equivocó? ¿conocerá la historia de México? ¿cursaría primaria, secundaria, bachillerato, licenciatura? ¿en qué? se preguntaba la gente en sus plataformas virtuales.
Y lo peor, la susodicha, sí transitó la ruta escolar y académica hasta titulares ¡¡licenciatura en periodismos!! Egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García… Pero es de cultura general que todo mexicano sepa que el país geopolíticamente está dividido en 32 Estados, ¡claro, menos ella!
¿En dónde se dio esta torpe afirmación? En el marco de la glosa del 3er Informe de Gobierno del inquilino de Palacio Nacional, en donde los miembros del gabinete legal y ampliado tienen que comparecer ante el pleno del Senado para detallar el contenido de lo “informado” por López Obrador el 1 de septiembre de cada año, como protocolo republicano, que, por cierto, nada nuevo aportó a la realidad del país. Pero como las costumbres se hacen leyes, tienen que cumplir, aunque los burócratas no estén preparados para el ritual.
El caso que nos ocupa es la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Federal, Rosa Icela Rodríguez –una aprendiz de todo, titular de nada- pues en su palmarés existe haber sido: reportera de Televisa Radio, El Universal, La Afición y La Jornada. Vocera de la I Legislatura de la ALDF
Luego saltó a la Secretaría de Desarrollo en la regencia del DF con Marcelo Ebrard. En su sexenio, López Obrador en el gobierno del DF le regaló la Dirección General de Participación Ciudadana. Más tarde Directora de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana.
Con Marcelo Ebrard, en el GDF, único vínculo que la ubica en “algo” relacionado con seguridad, la nombró Coordinadora General de Gabinete de Gobierno, Seguridad Pública y Procuración de Justicia (servir café, galletas, té, refrescos, agua y botanas al gabinete de seguridad local). Como no hizo bien su trabajo, Ebrard la removió a la Dirección General del Instituto para la Atención de las Personas Adultas Mayores (INAPAM/DF)
Con la llegada de Claudia Sheinbaum al gobierno de la CDMX, López Obrador se la enjareta como Secretaria de Gobierno, encargo que no supo desarrollar, 8 meses después y sin haber hecho algo por la política en la capital del país, El Peje la jala (premio de consolación) al gabinete federal (por no haber respondido como segunda de a bordo de la Sheinbaum) y la designa Coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, en la SCT. ¡¡qué tal!!
Hasta donde vamos, Rosa Icela Rodríguez, su único contacto con la SEGURIDAD, en el DF, ha sido servir café y galletas a integrantes del gabinete de esa cartera de la capital del país.
A la renuncia (obligada) del fracasado, inútil incapaz, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, Alfonso Durazo Montaño, digna para la T4a, que ya había hecho mucho daño al país, López Obrador en “recompensa” (como no lo logró en el PAN, PRD y PRI) lo habilita como candidato a la gubernatura de Sonora (2021) por Morena, sin méritos, sin carrera política deseable, ni antigüedad en la militancia. Con la ayuda de la delincuencia organizada (que Durazo cosechó desde el cargo policiaco) “ganó” la elección y hoy entronizado espuriamente “gobernará” los próximos 6 años el Estado de Sonora… pobres sonorenses.
En octubre de 2020, con la renuncia de Durazo Montaño, a Andrés Manuel se le ocurrió designar (por su lealtad y “honestidad”, no por CAPACIDAD, ni perfil profesional) a Rosa Icela Rodríguez titular de la SSPCF, de la que depende la tranquilidad, paz, mejor calidad de vida, etc. de más de 129 millones de mexicanos, que “Rosita” no ha podido (porque no sabe) garantizar en un año al frente de la cartera. Le ha quedado demasiado GRANDE el puesto.
Justamente por no cubrir el perfil profesional requerido, Rodríguez es 90% “honesta” y 10 por ciento capaz (atributos que exige Andrés Manuel para usurpar un cargo en la T4a)
Desde luego esto se refleja en cifras: más de 91 mil asesinatos por el crimen organizado y cárteles en 2 años 10 meses del gobierno de López Obrador, que como dijera la Senadora del PAN, durante la comparecencia de la funcionaria de (in) seguridad federal, Lilly Téllez: “en el mismo periodo (3 años) del sexenio de Enrique Peña Nieto, López lo duplicó; y en la administración panista de Felipe Calderón, la T4a ha triplicado la cifra”. Números reales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
Desde el escaño en la Mesa Directiva, dispuesto para los invitados especiales, el rostro de Rosa Icela estaba gris (ella morena) desencajado, compungido; sus manos sudorosas. Ni el apapacho y secretos que le daba la Presidenta del Senado, su correligionaria, Olga Sánchez Cordero, la tranquilizaba. Entrelazados los dedos, recibía las palabras de Téllez como ¡tormento chino”, sin imaginar esa sorpresa que le prepararon para su comparecencia.
La jefa policiaca no se preparó para el encuentro, pese a haberse calendarizado 15 días antes. Nunca esperó lo que tenía preparado la legisladora Téllez.
Asustada, nerviosa, estresada, impávida, apenas alcanzaba a anotar “algo” en una hoja de papel. De reojo, a su izquierda, Sánchez Cordero notaba el miedo en cuerpo y cara de la funcionaria policiaca.
Abajo, en el atril la sonorense por casi 10 minutos repartía verdades, cifras, responsabilidades, (hasta los militares invitados a la glosa, Secretarios de la Defensa, Marina, etc. fueron raspados), estadísticas, sugerencias. El detalle que se hizo viral en redes sociales fue el obsequio que le dio Téllez, el libro El Padrino, de Mario Puzo, como analogía de lo que hacía y controlaba Michael Corleone, Jefe de la Mafia italiana al Gobierno, a través de sobornos, entres, asesinatos, cobro de facturas.
Mensaje de lo que sucede en la T4a y sus amoríos con los Cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana, Los Rojos, etc. estaba enviado.
La titular (vapuleada) de la SSPCF, como esponja absorbía la andanada de verdades que la panista, sí preparada, organizada, que investigó, con seguridad y contundencia, llevaba en su guion, que hoja tras hoja “disparaba” aciertos y culpas.
En cambio, la invitada llevó un discurso oficial, viejo, reiterativo, ominoso (como script de Andrés Manuel cuando candidato presidencial) lleno de promesas, buenos deseos, cachavotos. Nada nuevo. Texto que por más de 45 meses hemos escuchado al Peje, que ya en Palacio Nacional NO HA CUMPLIDO.
Icela Rodríguez seguro no lo leyó antes de comparecer, pues de haber sido así, no lo hubiera utilizado, o de plano debió encargar a sus asesores o especialista en discursos escribir uno REAL y no ideal como acostumbra López Obrador.
La falta de cultura y perfil profesional de Rosa Icela quedó expuesto (lo sabíamos) cuando ante el discurso de la panista, se apanicó, confundió, encabronó, no controló su ira, (no sabe trabajar bajo presión), pues al leer el texto –no revisado- mencionó: “en 50 Estados se concentra el 50% de los homicidios en todo el país (sic)” ¡vaya, ella tiene otros datos”
Ipso facto las redes sociales estallaron, se hizo viral la pifia. Se convirtió en burla, escarnio, ridiculización. “Por Dios, esto es de cultura general”, escribió un cibernauta generoso. Otro expuso “otro logro de la Transformación de 4ª, ahora hay 50 Estados” Uno muy sarcástico mencionó “adivinen ¿en cuál de los 50 Estados vive Rosa Icela? En el vegetativo”
*Miembro de los Grupos Editoriales Digitales latitudmegalopolis.com, portalhigalgo.mx, grupometropoli.net, radioexpresionmexico.com, mexiconuevaera.com, revistaperfiles.org