“Son tiempos de diálogo y de consenso” esas fueron algunas de las palabras que Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, pronunció durante la presentación de su 4to Informe de Gobierno. Sin lugar dudas ese es el espíritu que debe prevalecer en la política nacional y en el ejercicio cívico de los ciudadanos. El cambio de régimen y la pandemia han reordenado muchos paradigmas que dábamos por sentados, aplaudo que el mandatario del Estado de México ponga atención en ello.
Y tan lo ha hecho así, que basta echarle una mirada a la serie de acciones, programas y políticas públicas que el gobierno de la entidad ha puesto en marcha en estos últimos 4 años. Para nadie es un secreto que el estado enfrenta grandes retos en materia social, económica y de seguridad, del Mazo, a tono con el aire de nuestros tiempos, ha enfocado sus esfuerzos en el diseño e implementación de políticas orientadas a atender las profundas problemáticas sociales de la entidad.
Está por ejemplo el terrible tema de los feminicidios, durante su gestión, el gobernador ha incrementado los esfuerzos y el combate a la impunidad de un problema que nuestro país arrastra desde hace décadas: en el último año se judicializaron 86 expedientes y se emitieron 71 sentencias condenatorias, 3 de ellas vitalicias. En el mismo sentido, el programa Salario Rosa beneficia a 456 mil mujeres y con ello se impulsa un 36 por ciento el ingreso de las familias más vulnerables.
Esto no es cosa menor, sobre todo si tomamos en cuenta la enorme brecha de desigualdad salarial y de oportunidades que persiste, en pleno siglo XXI, entre hombres y mujeres, brecha que experimentó un crecimiento considerable tras el paso del Covid.
En este último asunto, la entidad también ha redoblado esfuerzos por paliar las consecuencias económicas y de salud que ha dejado la emergencia sanitaria: se han aplicado 13.1 millones de vacunas en el estado y junto con Nafin, el gobierno ha otorgado créditos por hasta 650 millones de pesos para que las empresas puedan reabrir.
En ese mismo sentido, el panorama económico, pese a la pandemia, se vislumbra favorable para la entidad en los próximos años, puesto que el estado ocupó en este último año el tercer lugar a nivel nacional en atracción de inversión extranjera, aunado a los esfuerzos para convertirlo en el mayor centro logístico del país. No olvidemos la gran cantidad de empresas nacionales y extranjeras que mantienen operaciones en el Estado de México.
Otro aspecto fundamental tiene que ver con el transporte público y la conectividad del estado con la capital del país, aquí cabe destacar la ampliación de infraestructura carretera y de transporte eléctrico, a la par por supuesto del nuevo aeropuerto que se construye en la base militar de Santa Lucía.
Hay otro elemento muy importante que no quiero pasar por alto y lo enlazo con la cita que abre este texto. Alfredo del Mazo y el gobierno del estado han sabido dejar a un lado posturas e ideologías disidentes con la actual administración federal y han optado por trabajar en beneficio de los mexiquenses. Dado el nivel de polarización política que viven hoy día las democracias del mundo, hay que celebrar a aquellos políticos que saben rebasar las barreras ideológicas y construir democracia.
El trabajo conjunto del Gobierno del estado, del de la Ciudad de México y el federal, ha permitido que más allá de las diferencias, haya oportunidad para construir en conjunto y pensando siempre en el bienestar de quienes más lo necesitan. Falta mucho por hacer y desde luego hay cuentas pendientes, pero sin duda se ha avanzado mucho y considero que esta es la senda por la que debemos seguir, no solo como mexiquenses, si no como mexicanos.