Las consecuencias de la crisis climática se notan en todos los rincones del mundo y todas las proyecciones apuntan que irán a más. Hoy un nuevo estudio avanza que las sequías estivales en Europa serán cada vez más severas y extremas, y que en la Península Ibérica sus efectos serán especialmente acusados.
La investigación, liderada por científicos de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich, Alemania, recuerda que las sequías de los años 2003, 2010 y 2018 han causado en Europa “considerables costes sociales, económicos y medioambientales” y subraya que investigar la evolución de las sequías en el futuro es crucial para dar una respuesta adecuada a la crisis climática.
El estudio, publicado este martes en Frontiers in Water, avanza que para final de siglo la situación será mucho peor e identifica cuatro ‘puntos calientes’ para el futuro: Francia, los Alpes, el Mediterráneo y la Península Ibérica.
“Se observa una clara tendencia hacia más sequías estivales, más largas y más intensas, en términos de déficit de precipitaciones”, apunta Magdalena Mittermeier, autora principal del estudio junto a Andrea Böhnisch, ambas de la Universidad Ludwig-Maximilian. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las sequías son el peligro más grave para los cultivos y el ganado en todas las partes del mundol, y se calcula que 55 millones de personas se ven afectadas por ellas cada año.
Sequías extremas
El estudio pronostica que entre 2080 y 2099, Europa sufrirá un aumento de la frecuencia y de la intensidad de las sequías de verano y una disminución de las sequías de invierno, mientras que las lluvias, aumentarán durante el invierno y disminuirán durante el verano.
Por regiones, el estudio apunta que la probabilidad de sufrir sequías extremas en verano aumentará un 25% en centro Europa, y que en Europa oriental y los Alpes, las probabilidades subirán al 20% y al 40% las extremas. En Francia, los modelos prevén un aumento de la frecuencia de hasta el 60%, según el estudio.
Ya en el sur del Mediterráneo, los porcentajes se disparan hasta el 80%, si bien, la Península Ibérica, es el lugar con más probabilidad de sufrir sequías severas: del 96% en julio y del 88% en agosto. Además, en estas dos regiones, los valores absolutos de precipitación en julio y agosto también son bajos en el periodo de referencia (cada uno de ellos contribuye solo en torno al 2%-3% a la precipitación anual).
“Nuestro estudio muestra que si el cambio climático no disminuye, el riesgo de sequías en los puntos calientes empeorará drásticamente. Pero además, en algunas regiones en las que las sequías desempeñan actualmente un papel menor, se prevé que el riesgo de sequía en el futuro se agrave. Los Alpes deberían considerarse un futuro punto caliente adicional”, concluye Mittermeier.