Diálogos Metropolitanos – El futuro de las ciudades: ¿importa la planeación?

 

 

 

 

Por Pablo Basáñez García

 

 

 

 

 

En México, de acuerdo con el Titular de la SEDATU, Román Meyer Falcón, de los 2,469 municipios del país, el 90% carecen de instrumentos de planeación, mismos que permitirían dictaminar usos de suelo, así como la definición de zonas aptas para el asentamiento humano. Ello a pesar de que la recién reformada Ley General de Asentamientos Humanos Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano dispone la creación de los llamados Institutos Municipales y Metropolitanos de Planeación (IMPLANES), los que en el país suman sólo 75 de ellos.

Nuestro tiempo está caracterizado por la incertidumbre. No sólo la pandemia, sino ante todo la forma vertiginosa y acelerada de los cambios en nuestra civilización, nos llevan a plantear y a replantear el rumbo que nuestra sociedad y, en particular nuestras ciudades, están tomando.

La planeación de las grandes metrópolis de México y de América Latina debe pretender que la acción humana modifique su itinerario a fin de acercarse a las situaciones deseables, como lo describe el futurólogo chileno Sergio Bitar, quien expone en su libro Las tendencias mundiales y el futuro de América Latina, los escenarios a los que habremos de enfrentarnos, destacando temas como: I) Tecnologías disruptivas, aquellas en gestación y cuya difusión transformaría sustancialmente la producción, el empleo, el bienestar, la gobernabilidad y las relaciones humanas; II) Escasez de recursos naturales, por ejemplo, agua, alimentos, energía y minerales; cambios en la demanda e innovaciones tecnológicas; III) Transformaciones demográficas, desplazamiento del poder, nuevos mercados, clases medias en ascenso, migraciones; IV) Urbanización y expansión de las ciudades, concentración de la población, demanda de infraestructura y servicios básicos, calidad de vida, competitividad de las ciudades; V) Cambio climático, efectos en la agricultura, oportunidades de crecimiento verde, conciencia ciudadana y cambios de comportamiento, y, VI) Gobernabilidad democrática, ciudadanos globales interconectados, impacto de nuevas tecnologías en las relaciones sociales, transparencia, seguridad, violencia y crimen organizado, ciberataques

Para gobernar mejor en el mundo del futuro próximo es indispensable fortalecer la capacidad prospectiva y la reflexión estratégica. Por ello, los países deben conocer y elaborar escenarios globales a largo plazo y avizorar el tipo y magnitud de los desafíos, riesgos y oportunidades que podrían enfrentar. El futuro no se puede explorar sin una visión mundial, pues no basta la perspectiva nacional, ni tampoco sin una visión local; pues las acciones locales impactan en el sistema global. En este sentido, es evidente la necesidad de planear el Desarrollo es visible, sobre todo en las ciudades debido a la tendencia hacia la Urbanización.

Según datos de ONU-Hábitat, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60% para 2030. La planeación metropolitana es una oportunidad para fortalecer los procesos de gobernanza metropolitana e incidir de forma efectiva en un desarrollo sostenible e inclusivo a partir de la construcción de una visión metropolitana conjunta entre los distintos actores del territorio.

Para llevarla a cabo en el proceso de gobierno de las ciudades, esta debe verse como una fase creativa y propositiva, generadora de cambios para alcanzar escenarios futuros y deseados, donde se genere la capacidad de prever eventualidades y contar con elementos para enfrentarlos, promoviendo esquemas de participación, coordinación y concertación, vigilando el cumplimiento del marco jurídico y estableciendo la congruencia con la planeación nacional y estatal.

¿Cómo responder eficazmente ante estos retos?

Una planeación asertiva y democrática debe partir de abajo hacia arriba, recordemos que tan importante es en esto la escala de lo “global” como también de los “local”. Resulta así necesario garantizar la intervención de los ayuntamientos para la creación de los IMPLANES; los cuáles permitan cumplir con el con el objetivo de fortalecer las capacidades institucionales en materia de planeación en el ámbito municipal, intermunicipal y metropolitano, toda vez que los datos que el Censo de Población 2020 elaborado por el INEGI, así como la Delimitación de Zonas Metropolitanas en México para el año 2015, indican que en el país existen 74 zonas metropolitanas comprendidas por 417 municipios, donde se concentra el 63% de la población total nacional, es decir, más de 80 millones de habitantes.

Los IMPLANES permitirán mejorar la planeación municipal para manejar información actualizada y eficiente, así como la evaluación de las acciones realizadas por la autoridad municipal, misma que constantemente esté favoreciendo y robusteciendo al municipio, haciéndolo cada vez más seguro, resiliente, incluyente y sostenible, que permita una auténtica Gobernanza Metropolitana en coordinación con otras municipalidades, con el ámbito estatal e incluso federal y que como fundamento primordial incentive la participación de la ciudadanía.

La planeación metropolitana es una oportunidad para fortalecer los procesos de gobernanza metropolitana e incidir de forma efectiva en un desarrollo sostenible, debe ser tema prioritario para mejorar las competencias y la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, a fin de posibilitar una adecuada administración integral del territorio, la gestión eficiente de los servicios públicos y el ejercicio pleno de los derechos de sus ciudadanos.

 

 

 

 

[i] Doctor en Administración Pública. Analista de temas municipales, de ciudad y gobernanza metropolitana.

Deja un comentario