El evento deportivo de Nueva York que significa el final del verano está sobre nosotros: el U.S. Open. El torneo anual de tenis reúne a estrellas del tenis de todo el mundo para competir en un campeonato de dos semanas, que concluye el domingo 12 de septiembre. Los partidos ya han comenzado, pero no es demasiado tarde para asistir a los eventos de un día en Billie Jean King. Centro Nacional de Tenis en Flushing.
Hay varios tipos de entradas
El U.S. Open ocupa un campus completo, con dos grandes estadios: Arthur Ashe Stadium y Louis Armstrong Stadium. Los boletos con asientos asignados se venden para los juegos diurnos o nocturnos, que le asignan un asiento y permiten el acceso a las tribunas.
La opción más económica es generalmente comprar “Ground Admission”, aunque no tendrás un asiento asignado.
Se requiere comprobante de vacunación
Antes de pasar por el control de seguridad, deberá mostrar un comprobante de vacunación para ingresar al centro de tenis. Es necesario llevar tu tarjeta vax, o incluso con tener una foto de ella.
Es importante protegerse del Sol.
Todavía es verano y en el “Billie Jean King Tennis Center” hace calor. Existen varios campos sin algún tipo de cubierta por lo que es importante cubrirse de los Rayos UV con algún bloqueador solar, gorra, visera, sombrero o sombrilla.
Te permiten traer tu propia bedida
Las botellas de agua están permitidas al ingreso del campus. Puede llevar una botella de aluminio o una de plástico. Las botellas de agua que se venden dentro del Center tienen un costo elevado.
No se permiten computadoras portátiles en el interior
Si tienes planeado tener una reunión por Zoom en pleno partido debes saber que debes dejar tu computadora en el hotel ya que no pasarán el filtro de seguridad al ingreso.
Hay mucha comida Gourmet y bebida.
¡Ir al U.S. Open solo para comer no sería un error! Varios chefs de renombre y restaurantes queridos tienen ventanas emergentes en el estadio: Los Tacos No. 1, Fuku, Hill Country BBQ, Korilla y más.
Un bar de ostras con asientos al aire libre o elegir un restaurante para sentarse, como Fare del chef Alex Guarnaschelli, para una comida de lujo.
El alcohol también se vende en todo el estadio.