Cuando California reabrió a mediados de junio, una de las únicas reglas restantes giraba en torno a los llamados “megaeventos”. Según esas pautas, los asistentes a eventos en interiores con más de 5,000 personas debían estar completamente vacunados o tener una prueba de una prueba de Covid-19 negativa.
Sin embargo, a partir del 20 de septiembre, la regla se volverá aún más estricta. El miércoles, el Departamento de Salud Pública de California anunció que los eventos en interiores con 1,000 personas o más requerirán la verificación de la vacuna o un resultado negativo en las últimas 72 horas.
Además, el estado también eliminará la opción de autocertificación. Según las reglas anteriores, una empresa podía simplemente pedir a los compradores de entradas que marcaran una casilla en línea que indicara que fueron vacunados o dieron negativo en las pruebas.
“La variante Delta ha demostrado ser altamente transmisible, lo que facilita la propagación en grandes multitudes donde las personas están cerca unas de otras durante largos períodos de tiempo”, dijo el Dr. Tomás J. Aragón, Director de CDPH y Oficial de Salud Pública del Estado.
Para poner la capacidad de 1,000 personas en perspectiva, eso significa que se aplicará a lugares del tamaño del Regent o Fonda y más grandes.
En Los Ángeles, algunos de los lugares impactados ya han implementado medidas similares: AEG Presents, propietaria de El Rey, Fonda, Shrine Auditorium, Roxy y Novo, anunció que requerirá prueba de vacunación en octubre.
La noticia a nivel estatal se produce cuando tanto la ciudad como el condado de Los Ángeles consideran exigir una prueba de vacunación en todos los espacios interiores.