Esta decisión del Consejo Europeo de sacar a Estados Unidos de una lista de países autorizados a viajar, revierte la decisión anterior de eliminar las restricciones, tomada en junio antes de la temporada de turismo de verano.
La guía no es vinculante y los viajeros estadounidenses siguen teniendo que acatar una mezcolanza de reglas en todo el continente.
La UE no tiene una política turística unificada ante el COVID-19 y los gobiernos de cada país en el bloque tienen la autoridad para decidir si mantienen sus fronteras abiertas a los turistas provenientes de E.U.